La cuarta temporada de Castle empieza de forma dramática tras los acontecimientos sucedidos al final de la tercera temporada con el disparo a Beckett y la confesión de amor por parte del escritor a la detective.

El primer episodio, “Rise”, es un episodio demasiado dramático, también necesario pero Castle es famosa por tener puntos de humor que aligeran las tramas y que en este episodio no aparecían, demasiada tensión, secretos y culpabilidad. En esta temporada veremos cómo se desarrolla la relación entre Castle y Beckett pero de momento ella ya ha fingido no recordar lo que el escritor le dijo al final de la tercera temporada. También veremos a Alexis preocuparse por su padre pues este parece no darse cuenta que es escritor y no policía.

Tras el atracón de dramatismo, “Heroes and Villians” vuelve al patrón normal de Castle un caso imposible que permite al novelista imaginar las más variopintas teorías, en este episodio, sobre superhéroes. Da gusto que vuelva a la normalidad y que Castle aunque sea más inmaduro que su hija tenga momentos de buen padre.

El tercer episodio de esta cuarta temporada, “Head Case” es el más equilibrado de los tres, Tiene una trama divertida y rocambolesca, hace guiños al espectador en cuanto a la relación de Castle y Beckett, trata temas interesantes y populares. Vemos a Castle con su hija que suelen ser tramas que gustan mucho. Y trata todos los polos: investigación, amor, drama y humor. Vemos como el cast y principalmente Nathan Fillion (40, Firefly) disfrutan rodando la serie y eso hace que quieras verla.