La cuarta temporada de El Mentalista empieza dónde lo dejó la tercera. Vemos como Patrick Jane es arrestado y llevado ante el tribunal y juzgado.

 Durante todo ese tiempo. Vemos cómo el jefe del CBI se mueve por la imagen que dan, vemos algunos trucos de Jane, vemos como Lisbon se preocupa por Jane y vemos como Van Pelt aún no ha superado disparar a su prometido, cómplice de Red John.

El episodio juega con la duda. ¿Es cierto lo que dice Jane? ¿Se ha vuelto loco? ¿No era Red John y era un hombre inocente y bueno? Cierto es que la única prueba que hay es lo que dijo, el ahora muerto. Que él era Red John. Y Jane disparó porqué era Red John.

Llegados a este punto. Hay que aclarar varias cosas: sí se veía el arma en el periódico y sí habló por teléfono. Herramientas con las que juegan un tiempo pero que desaparecen, no sabemos muy bien por qué a mitad de episodio. Finalmente Jane justifica que disparara y matara a ese hombre porque era Red John que había matado a su mujer y a su hija y que por tanto tiene derecho a matarle. Lo  cual no es cierto, no tiene ese derecho, puesto que no vivimos en el lejano oeste y de todas formas sigue habiendo matado a un hombre, por lo tanto tendría que ir a la cárcel. El veredicto del jurado es absurdo pero es que si no se quedan sin serie o tienen que hacer un salto en el tiempo.

Por otro lado, por fin habíamos terminado con Red John, trama a la que se le había dedicado demasiado tiempo y en vez de ser originales e ir a por otra trama vuelven a “Red John está vivo”. Lo que no es original, es cansino y una serie no puede vivir siete temporadas de un asesino. Aunque sí es cierto que sí Jane fuera a la cárcel Red John ganaría y si el asesino en serie no está para verlo qué punto tendría.

El segundo episodio, “Little Red Book”, es un típico episodio de El Mentalista y lo más interesante es ver los trucos que hace Patrick Jane para resolver el caso sin el equipo al que le han asignado y como va sustituyendo a cada miembro de ese equipo por el equipo de Lisbon. Así como confirmar que el hombre al que disparó Jane no era Red John.

En “Pretty Red Ballon” Jane intenta desenmascarar a un falso médium que trabaja para un antigua clienta suya, mientras un niño ha sido secuestrado. El capítulo es más divertido y quita la trama dramática de Jane para dársela a la madre del niño secuestrado quién cree ciega y desesperadamente en los médiums a pesar de que Jane le diga que la están timando.

El Mentalista sigue los mismos patrones que ha seguido en temporadas anteriores y que parecen funcionar. Un deseo para esta temporada: descubrir finalmente a Red John.