Nuevos personajes, apariciones estelares y más delincuencia que nunca fueron algunas de las promesas que nos hacían los de FX en el continuo trasiego de trailers que la cadena lanzaba al aire para tener contentos a los fans de la serie después del emocionante final de la tercera temporada. Sin embargo, la espera ha terminado. Así que agarramos las gafas de sol, nuestra chupa de cuero, las llaves de la moto y salimos escopeteados porque el pasado 6 de Septiembre arrancaba la cuarta temporada de Sons of Anarchy y por supuesto no puede irse sin nosotros… al menos no muy lejos.
He de reconocer, así de buenas a primeras, que esta temporada ha comenzado fuerte, aunque no es una cosa que sorprenda en esta serie. Nada más salir de la cárcel los de SAMCRO ya tienen mucho trabajo por delante. Para empezar hay un nuevo Sheriff, Eli Roosevelt, conocido por su incorruptibilidad. Un hueso duro de roer que además estará respaldado por un extraño personaje llamado Lincoln Potter, el jefe de una unidad especial creada por los federales dedicada en exclusiva y de manera encubierta a acabar con el club y, por vinculación, con el IRA.
Para colmo de males, Hale ha conseguido su propósito de convertirse en alcalde y se ha dedicado a construir una urbanización al más puro estilo Polaris World, a las afueras de Charming, por lo que Clay estará empeñado en chafarle como sea la tranquilidad que ha conseguido mientras estaban en la cárcel.
Otra de las tramas que se continuará esta temporada es la de las cartas de John Teller. En el primer capítulo, “Out”, Gemma descubrirá la nota de Maureen Ashby y, a lo largo del resto de episodios, tratará de arrebatarle las cartas a Tara y destruirlas para evitar que haya pruebas que puedan relacionar a Clay y a ella con la muerte de JT.
Por otro lado, Jax (además de estrenar nuevo look) sorprende a propios y a extraños queriendo desvincularse del club para empezar una nueva vida junto a Tara. Lo único que necesita es el dinero suficiente y gracias a un audaz movimiento político, consigue la palabra de Clay de que no pondrá impedimentos a su salida.
El club toma además un giro drástico en sus negocios. Tras acabar con su trato con los rusos a base de plomo, Clay llega a un acuerdo de distribución con un cártel mejicano. Este nuevo cliente divide a los Sons, ya que el acuerdo promete traer mucho dinero a la banda (cosa que interesa mucho a Clay), pero incluye el transporte de la cocaína del cártel, lo que no convence a algunos miembros, sobre todo a Piney y Bobby.
Esta temporada trae además algunas sorpresas, sobre todo en cuanto a reparto se refiere. Ya en el segundo capítulo de la nueva temporada, “Booster”, tenemos la primera: el representante del cártel mejicano es, nada más y nada menos que Danny Trejo (67, Dark Games). Y más adelante, en el capítulo 5 (“Bricks”) aparece David Hasselhoff (59, Fuga de Cerebros 2), haciendo de actor porno que ayuda a los Sons a localizar al asesino de Luann Delayne.
En resumen, sólo los primeros 5 capítulos ha demostrado que Sons of Anarchy no es una de esas series que va perdiendo fuelle a medida que pasa el tiempo. Por el contrario, aporta la misma frescura de sus primeras temporadas con el aliciente del cariño que hemos ido desarrollando por los personajes, a lo que ya queremos, comprendemos y perdonamos sus faltas a pesar de todas las atrocidades que cometen. El aliciente de los nuevos capítulos será sin duda el debate que suscita los negocios con las drogas, que parecen poner a todos en una encrucijada moral y hacen dudar acerca del futuro de la banda. ¿Podrán lidiar con la carga del tráfico? ¿Logrará Jax salir del mundo de la delincuencia en la que está metido por culpa del club y vivir feliz con Tara y sus hijos? Y en caso de que así sea, ¿que será de los SAMCRO? Tendremos que esperar a los próximos capítulos para poder averiguarlo.
Artículo escrito por: Catoute