Las cosas andan algo peliagudas esta semana para los chicos de SOA. Parece que las tramas secundarias están tomando más importancia de la que parecía en un principio, pero veamos con más profundidad lo que nos ha deparado este nuevo capítulo.
Con “With an X”, los guionistas de la serie han querido relantizar un poco las principales tramas que explicamos ya en el anterior post y sobre las que giran las serie durante esta temporada. En su lugar, este capítulo se centra más en las tramas paralelas que han surgido con Opie y Juice como protagonistas, aunque también tenemos sorpresa final a cargo de Clay y Romeo Parada.
La trama de Opie se desarrolla desde el primer episodio de la nueva temporada. Nuestro amigo se casa con Lyla, la actriz porno. Más adelante cuando Jax y los demás van en busca del asesino de Luann Delayne, Opie descubre que Lyla está tomando píldoras anticonceptivas y lo toma como una traición, así que no tiene otra feliz idea que acostarse con Ima, aquella mujer de mala vida con la que Jax le puso los cuernos a Tara en una ocasión. En este capítulo, Lyla se entera de lo que ha pasado, nada más y nada menos que de los propios labios de la adultera, que evidentemente, no es suave con ella. Cuando Lyla está dispuesta a tirarse a su cuello, Ima saca un revolver del bolso y apunta a los presentes, entre ellos Tara, Gemma y Piney, que tiene en brazos al pequeño Thomas. Ima consigue irse de rositas, pero por supuesto su visita abre nuevas y remueve viejas heridas. Jax decide (con algo de persuasión por parte de Gemma) atajar la cuestión… a su manera, que no es siempre la mejor. De aplauso el puñetazo que le propina Piney a Opie cuando se descubre su infidelidad.
Por otro lado también está el pobre Juice. En capítulos anteriores, Roosevelt y Potter descubrieron que el padre de Juice era de procedencia afroamericana y le chantajean con contárselo al resto de la banda, a no ser que accediese a pasarles información. Sin embargo, para probar su lealtad, Roosevelt le pide a Juice que coja un poco de la mercancía del cártel que custodian los Sons. Juice tiene miedo de ser expulsado del club, pero tiene problemas al intentar coger la muestra de la mercancía, y termina llevándose un paquete entero. A la mañana siguiente, durante la entrega acusan a los novatos de haberla robado. Juice se ve en un dilema ya que puede meter en un lio a la banda con los del cártel o hacer que maten a uno de los novatos. Cuando intenta recuperar el paquete para deshacer el lio, es descubierto por Miles. Juice intenta huir, pero no hace más que iniciar un tiroteo del que resultará herido de una pierna. Miles no tendrá tanta suerte y terminará muerto de tres balazos en la cabeza, dándole a Juice la coartada perfecta para evitar que los SOA sospechen de él.
El auténtico bombazo viene de la mano de Clay que en el último momento del capítulo y contra todo pronóstico, le pide a Romero Parada que se encargue “discretamente” de Tara. Esta maniobra, sólo intuida de lejos por Wayne, hace pensar en lo desesperado que se encuentra Clay ante todas las dificultades que se le presenta: la amenaza de las cartas de John, su enfermedad, el trato con gente tan peligrosa como los del cártel… Todo esto se le está yendo de las manos y sólo nos hace preguntarnos hasta dónde podrá llegar para mantener su integridad intacta y, lo que parece ser más importante para él, su cartera llena.
Artículo escrito por: Catoute