Después de un intenso fin de semana en el Festival de series de Canal + ha llegado el momento de echar la vista atrás y valorar que tal ha sido la experiencia global de todos estos días. Para ello hemos pensado realizar un repaso de lo mejor y lo peor que hemos encontrado en el Festival.

Lo mejor:

Los visionados:

Tras pasar los dos primeros años viendo las películas en una pantalla mucho más pequeña como la del Círculo de Bellas artes, ha sido una agradable mejora encontrarnos con la calidad que puede ofrecer un cine  y la emisión de las imágenes en alta definición. Es agradable ver que los extras de las series no son manchas borrosas en el fondo de la escena.

Once Upon a Time:

Un estreno que ha resultado toda una sorpresa. Y de las buenas. Un guión sólido y un planteamiento original. Sin olvidar que, por una vez,  hemos podido verlo antes que los estadounidenses.

El Taller de Doblaje:

Con al presencia de los dobladores de CSI fue uno de los talleres con mayor asistencia de público y en uno de los que más se habló de series.

El Taller de Espías:

No se tiene la oportunidad todos los días de  escuchar a un miembro del Servicio de Inteligencia español y de que te aclare que se corresponde con la realidad y que no lo hace en todas esas series que vemos.

Lo peor:

La organización:

Los de información no tenían muy claro lo que tenían que hacer en muchas de los eventos. En el de Breaking Bad, por ejemplo, durante las 2 horas de cola nos percatamos de que no sabían a quién debían dejar pasar y a quien no, a quien le correspondía regalo promocional y a quien no… Había muy poca comunicación entre sus jefes y ellos, lo cual se traducía en un caos bastante grande cuando querías informarte de algo. Además, no puedes poner una de las pruebas de la Gymkana en una tienda que va a cerrar por la tarde un domingo si has dado de plazo hasta las 10 de la noche.

Los invitados pensaban que estaban en un simposio sobre cine:

Entendemos que, hoy por hoy, es difícil encontrar a un entendido en series. Es una corriente que se ha extendido hace relativamente poco y aún no hay muchos estudiosos del tema. Pero de ahí a que todos los ejemplos de los talleres fuesen sobre películas cinematográficas hay un trecho. Aquí somos los primeros en adorar el cine, no en balde es el hermano mayor de la televisión, pero era un festival de Series, no de cine.

Las colas:

Consecuencia directa del primer punto. Al no tenerse en cuenta el aforo de las salas, o no controlar el acceso de gente que accedía al cine (como sí habían hecho en años anteriores) se formaban colas kilométricas, de como mínimo tres cuartos de hora de espera, que provocaban que mucha gente se quedase fuera después de haber esperado muchísimo tiempo.

Retrasos en el horario:

Es normal que un acontecimiento de estas características haya algún pequeño retraso entre actividad y actividad. Hay que limpiar la sala, vaciarla y prepararla para el siguiente evento. Sin embargo varios talleres empezaron con cerca de una hora de retraso produciendo un taller más corto o un efecto dominó retrasando todas las actividades siguientes.