No te pierdas: Aquellos Maravillosos 70

Point Place. Winsconsin. Sótano de Eric Foreman. Así se daba  en 1998 el pistoletazo de salida a una serie llamada That 70’s show y que en España se tradujo como “Aquellos maravillosos 70”. Y he de confesaros una cosa, el sótano de Eric Foreman era divertidísimo.

Ficha técnica:

 

Con una estética directamente inspirada en los programas de televisión de los setenta, la serie nos permite conocer a una pandilla de amigos muy especiales. Porque al final esas son las historias que nos gustan, las de amigos descubriendo el mundo, y más si esto va rodeado de toda la cultura musical y televisiva de los setenta.

Con un humor gamberro pudimos disfrutar de una serie que no juzgaba a los protagonistas y que trataba con naturalidad y sin morbo temas como el sexo, el alcohol o las drogas.

Nada de moralina en esta serie. Los adolescentes no eran perfectos y a veces se libraban y a veces no. Y por supuesto, no se presentaba a los padres como unos seres perfectos y comprensivos.  La madre de Eric no llevaba nada bien la menopausia, el padre de Donna era perfecto para avergonzar a una adolescente con sus permanentes y sus camisas abiertas. Aunque tampoco se los criminalizaba. Eran gente normal llevada al extremo. La serie no estaba ahí para juzgar, estaba ahí para recordar y para reírse.

Pero no penséis que es una serie que sólo pueden ver los que viviesen su juventud en los 70,  que evidentemente disfrutarán con todo el juego de referencias. Lo bueno de esta serie es que a todo el mundo le recuerda la adolescencia, esos años en que los padres eran esos seres a los que no entendías muy bien. Esa edad en la que ser dramático estaba permitido. Esa edad en la que lo ma´s importante son los amigos y la música y quedar los sábados por la tarde a no hacer absolutamente nada. Porque hay cosas que son universales. Y los grupos de amigos son una de ellas.

 

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