En “Heartbreak Hotel” Castle, Esposito y Ryan van a Atlantic City a resolver el caso de un propietario de casino asesinado y, ya que están ahí, a intentar celebrar una despedida de soltero improvisada.
Mientras los chicos están en Atlantic City Beckett se queda con la nueva Capitán, Victoria Gates, quién quiere ver como se desenvuelve la detective sin el escritor alrededor. Por otro lado, Alexis decide celebrar una fiesta para superar su ruptura con Ashley pero, como suele pasar, la fiesta se desmadra.
Los chicos descubren que Sam Siegle, el propietario del casino muerto, había ido a Nueva York para firmar unos papeles de un edificio donde viven los padres de la directora del casino, quien con su novio, un informático técnico de seguridad del casino, había robado diez millones de dólares con los que hacía chantaje a Sam para que dejara el edificio en paz. El problema es que el dinero no era de Sam, o del casino, si no de la mafia.
En un momento dado Castle, Esposito y Ryan son expulsados del casino y para poder volver a entrar se disfrazan de Elvis ¿Qué tendrán los americanos con Elvis que aprovechan cualquier ocasión para disfrazarse como él? Ese es el momento más gracioso del episodio, y solo por vergüenza ajena. No es un caso tan rocambolesco como nos tienen acostumbrados, y se sabe quién es el asesino desde el principio. Pero podemos ver las tiranteces entre Lanie y Esposito, sabemos que el padrino de Ryan tiene que ser el hermano de 16 años de su novia. Y Alexis se comporta como una adolescente normal.
Castle no volverá hasta dentro de dos semanas con el caso de un francotirador que afectará personalmente a Beckett, pero no os desaniméis que podemos ver los episodios de esta cuarta temporada por AXN.