El 2011 acaba en algo más de un mes y, de cara a la campaña navideña, todas las compañías ya han lanzado sus platos fuertes. De hecho, la competencia es ahora más dura que nunca, con excelentes propuestas como Uncharted 3, Gears of Wars 3, Skyrim, AC Revelations, Call of Duty MW3, Battlefield 3, Forza Motorsport 4 y muchos más en los que las consolas de Microsoft y Sony se reparten o comparten los amplios beneficios que estas franquicias proporcionan anualmente. Sin embargo, la sensación en todas y cada una de ellas es que a nivel técnico ya han alcanzado su máximo, es decir, que el hardware de estas máquinas no se puede exprimir más para dar un salto como el que hemos visto estos años atrás, y en el caso de la saga bélica de EA la diferencia respecto a la versión de ordenador ha sido bastante evidente, aunque en definitiva fueran buenos productos.

La pregunta lógica, por tanto, es cuándo las dos compañías más importantes del mercado, con permiso de Nintendo que sigue preparando su Wii U y apostando por innovar el jugabilidad (o eso intentarán) más que en poderío técnico, van a lanzar al mercado sus nuevas consolas de sobremesa, a las que con el único fundamento de seguir la línea lógica en cuanto a nomenclatura llamaremos Xbox 720 y Playstation 4.

Rumores hay y muchos, especialmente en lo que se refiere a la máquina de Microsoft, y todos apuntan al E3 del año próximo, en el que la compañía de Redmond mostraría por primera vez la sucesora de la 360. De hecho la revista inglesa Edge ha publicado que a los estudios de EA y Ubisoft ya les han entregado kits de desarrollo y las librerías necesarias para programar sus próximos títulos en esta plataforma, cuya tarjeta gráfica habría sido fabricada por AMD.

Si todo esto es cierto, y a sabiendas de lo que ocurrió hace algunos años, Sony no querría esperar otro golpe de efecto de su competidor y procuraría utilizar la feria de Los Ángeles para incluir en su presentación a Playstation 4. De hecho, algunas fuentes apuntan a que la compañía nipona ya ha puesto a trabajar a algunos de sus estudios internos en la nueva generación. Y si ayer mismo los foros estallaban al conocerse que Guerrilla podría estar trabajando en un nuevo Killzone, ya el cuarto, no sería de extrañar que éste volviera a demostrar que está en la vanguardia en cuanto a tecnología incluyéndose en el catálogo inicial de la máquina. A mí me parecería normal, de hecho espero que lo hagan, pues difícilmente podrían superar lo que lograron con Killzone 3 con las limitaciones actuales.

Así están las cosas, amigos. ¿Habrá alguna confirmación oficial en los próximos meses? No olvidemos que en enero está el CES de Las Vegas, en el que si alguna de las compañías quisiera dar la campanada y adelantarse, bien podría dejar caer algo. Eso sí, paciencia porque antes de 2013 (o incluso 2014) ni Xbox 720 ni PS4 llegarían al mercado, tiempo más que de sobra para crear expectación, producir los nuevos juegos y seguir apoyando dispositivos como Kinect o Move, que hoy por hoy parecen ser parte fundamental del negocio.