El pasado 22 de septiembre la NBC nos mostraba su procedimental de la temporada: Prime Suspect, un remake de una serie homónima de la BBC protagonizada en su día por Hellen Mirren. Sin embargo, después de un estreno poco prometedor (sólo un 1.8 de rating en audiencia), la cadena parece haber anunciado el cierre de la producción dejando a la serie en un limbo incierto en cuanto a su futuro, hasta el punto de que sólo ha confirmado terminar la primera temporada. Nosotros hemos visualizado los primeros 5 capítulos y esta es nuestra conclusión.
Producida por Peter Berg y Alexandra Cunningham, Prime Suspect es un drama criminal que gira en torno al departamento de homicidios de la ciudad de Nueva York. La serie está protagonizada por Maria Bello como la detective Jane Timoney, una recién ascendida que no tiene muy buena acogida entre sus nuevos compañeros, que ya de por sí forman una piña de compañerismo, y por qué no decirlo, machismo. Todo ello, unido a un montón de rumores que acompañan a su ascenso y a un carácter un poco difícil, hace que Timoney tenga que luchar por su reconocimiento, utilizando grandes dosis de ingenio y un talento natural para resolver casos.
La serie es un buen procedimental, correcto en todos los aspectos, con una rica variedad de casos interesantes que dan juego al personaje de Timoney, y destaca, además, por una gran cantidad de personajes secundarios que le dan una contrapartida humorística a la, a veces excesivamente seca y adusta, detective. Sin embargo, ahí se queda la cosa, ya que el principal problema que tiene esta serie es sin duda su protagonista.
Personalmente me encanta cuando en una serie sacan a una mujer de armas tomar que sabe ponerse a la altura de unos tíos tan duros como los detectives de NY. Lo malo de Jane Timoney es que a veces se pasa de dura. De hecho, durante todos los capítulos, sus compañeros no paran de repetirle que no tiene sentimientos, y algunas veces llegas a pensar que tienen razón. Parece un robot, y justo cuando puedes atisbar un poco de humanidad en ella, hay algo que te falta, una barrera que no te permite terminar de empatizar con ella ni llegar a comprenderla, ni siquiera cuando salen escenas de su vida privada (bastante escasas por otro lado).
Al profundizar un poco te das cuenta de que esta percepción se da por una falta de información bastante acusada sobre el personaje, sobre todo desde el punto de vista sentimental. No hay ningún monólogo, ninguna conversación que nos desvele algo más de la compleja personalidad de Jane, de la que sólo adivinamos retazos. ¿Resultado? Una protagonista plana, que se queda en la imagen que quiere dar. Una lástima, sobre todo por lo desaprovechado de la actuación de Maria Bello que podía haber dado mucho más juego.
Artículo escrito por: Catoute