Tras el paron de dos semanas y tras dejarnos boquiabiertos con el bombazo que soltó Robin, ya está aquí “Symphony of Illumination”, el último episodio de la serie hasta el año que viene.

El empiece habitual de todo episodio de Cómo conocí a vuestra madre comienza con la narración de Ted a sus hijos. Sin embargo, esta vez nuestra voz en off es diferente, y los chicos que escuchan atentamente son otros. No es otra que Robin la encargada de relatar a sus hijos durante todo el episodio “Como conoció a su padre”

De vuelta a 2011, la historia continúa desde el donde lo dejamos en el último episodio. Vemos cómo Barney esta en el suelo, un poco desorientado. ¿Demasiado impresionado con la noticia del embarazo?, podría haber sido por eso, pero en realidad es porque Robin, le ha dado un par de puñetazos por dejar caer que por eso había aumentado de peso.  Tras confesarle, que en el caso de que estuviera embarazada seguro que él sería el padre, porque aún no se ha acostado con Kevin, es la propia Robin la que acaba desmayada, al ver que Barney esta ilusionado con el hecho de ser padre.

Marshall, se va a Long Island a instalar las luces de Navidad en la casa nueva y se vera engañado por su joven vecino, que le deja atrapado en el tejado, mientras que monta una fiesta en la futura casa de los Ericksen. El resto acompañan a Lily a una tienda de bebés para preparar la lista de regalos para la fiesta del bebé. Allí Barney se encuentra con “Insane Duane”, un antiguo colega de juergas reconvertido en un padre de familia agotado y deprimido. Este hecho hace que Barney se dé cuenta de que no quiere ser padre, o al menos eso parece.

Al día siguiente la canadiense y Stinson visitan a la médico para que les confirme si esta o no embarazada. La ginecóloga les dice que es negativo, por lo que ambos se marcan un bailecito en medio de la consulta. Aunque no todo son buenas noticias, mientras Robin decide darse un homenaje, pegándose un atracón de whisky, puros y comida basura, recibe la llamada de su médico. Ya, otra vez en la consulta, Robin recibe un gran mazazo. Nunca podrá tener hijos.

Haciendo memoria, la Scherbastky nunca ha sido amiga de los niños y lo de tener descendencia nunca ha entrado en sus planes. Pero basta que te digan que nunca tendrás algo para que lo desees, aunque antes no estuvieras interesado. Imaginándose cómo reaccionarán sus amigos ante la noticia, decide ocultárselo por el momento. Aunque intenta disimularlo, sus amigos notan que algo le pasa. Ted, que se va a ir a Ohio la invita a pasar las Navidades con ella, pero esta le rechaza y le dice que le despide como animador, que quiere pasar las fiestas en Nueva York sola.

Dando un paseo por la ciudad, con un brick de ponche de huevo, bajo la nieve, Robin confirma lo que sospechábamos, toda la voz en off y los hijos son imaginados por ella. Cuando vuelve a casa, Ted, que ha decidido quedarse en Nueva York, le tiene preparada una sorpresa. Un festival de luces amenizado con AC/DC, en medio del salón.

Un final muy emotivo para uno de los mejores episodios de la temporada. El parón navideño ya esta aquí y no será hasta el 9 de Enero cuando podamos disfrutar de los nuevos episodios. ¡Hasta el año que viene!

Artículo escrito por: Laura Palmer