El breve retorno de las mujeres más desesperadas de Wisteria Lane, ha venido cargadito de emociones fuertes. Como viene siendo habitual, nos han dejado con una gran incertidumbre hasta el próximo 8 de Enero. Agarraos que llegan curvas…

La amistad de las cuatro amigas lleva varios episodios tambaleándose por culpa del homicidio y ocultamiento de cadáver de Alejandro. Lo último que vimos, es que tanto Lynette, como Susan y Gaby, están muy enfadadas con Bree. La pobre pelirroja, intenta recuperar a sus amigas, como mejor sabe, cocinando para ellas. Ante el rechazo cruel de todas, confirmamos lo que ya nos temíamos. Si al hecho de que sus mejores amigas le den la espalda, le unes el que su exnovio detective, despechado, este acosándola y acusándola de la desaparición de Alejandro, no es raro que la señora Van de Kamp, sola y deprimida, vuelva a caer en la bebida. Es una situación muy injusta, ya que lo único que ha querido y pensado Bree en todo momento es proteger a sus amigas.

Para aumentar más la tensión entre las vecinas/examigas, Chuck llama a declarar a Lynette, Susan y Gaby. En los interrogatorios, el detective, intenta meter el dedo en la llaga en los puntos débiles de cada una para poder ver cualquier atisbo de culpabilidad en ellas. No contento con esto, Chuck no sólo se conforma con molestar a las desesperadas. Intuyendo que Ben también esta metido en el ajo y sabiendo que se lleva muy bien con Bree, decide amenazarle con obtener un permiso para paralizar las obras del bosque y así tener vía libre para abrir una investigación oficial sobre la desaparición de Alejandro.

Mientras tanto ¿qué es lo que hace cada una de las chicas después de los interrogatorios? Pues empecemos con Susan. Cada vez me carga más este personaje. Es más puedo resultar un tanto radical, pero en fin, ahí va ¡La odio! Después de lucirse y meter la pata con su cuadro, la señora Delfino, quiere escapar de Wisteria Lane a toda costa. Su “santo” marido (no se como la soporta) le dice que eso no haría otra cosa que levantar más sospechas, pero ella en sus trece, tiene la suerte de que el dueño de la galería, le ofrece marcharse a Nueva York. Ella, encantada de la vida, empieza a hacer las maletas, pero Mike, le dice que si se quiere ir que se vaya, pero él se queda en Wisteria. ¿Se marchará o no?

Por su parte Lynette, aunque se caracteriza por ser una persona fuerte y fría, se ve contra la espada y la pared, Asustada decide que Tom, aunque ya no esté con ella, se merece saber lo ocurrido y además mantiene la esperanza de que este le apoye. A las puertas de coger un avión con Jane para París, Tom recibe la sorprendente visita de Lynette en los baños del aeropuerto, donde ésta se ha colado. Allí es donde le confiesa todo, allí es donde Jane les pilla y allí es donde Tom, decide quedarse, no por Lynette sino por sus hijos. Jane, por su parte se marcha a París con la esperanza de que Tom se reúna con ella.

En el interrogatorio de Gaby, Chuck le dice que sabe que Carlos esta en rehabilitación y que le gustaría saber porque ha caído en la bebida. La Solís se inventa una excusa y le dice que es que Carlos la estaba engañando con otra mujer. Chuck, insistente, le comenta que si puede confirmar esa información con Carlos. Gaby, nerviosa, por si el detective se le adelanta, se cuela en la clínica para advertir a Carlos y decirle lo que debe decir si Chuck se presenta allí. A todo esto hay que añadir, que para echar más leña al fuego, Chuck aparece en la casa de Gaby, con la foto de Alejandro, diciéndola que sabe que él es su padrastro.

Bree, por su parte, al enterarse de las maquinaciones de Chuck, decide visitarle en su despacho, con una sola intención. Lograr que deje en paz a sus amigas y que toda la acusación caiga sobre ella. Pero el detective, dolido y con ganas de venganza no acepta el trato y deja ver que su rencor hacía ella seguirá adelante.

El final del episodio nos deja con dos escenas inquietantes. En primer lugar, el atropello de Chuck en mitad de la noche. Jugar con fuego le ha podido traer consecuencias mortales al detective Vance, ¿Habrá muerto? ¿Quién ha sido el que le ha atropellado? Candidatos no le faltan. En segundo y último lugar vemos a Bree, alojada en un motel, deprimida. Tras tener una visión de Mary Alice, vemos como esta a punto de repetir lo que hizo su amiga fallecida. ¿Se suicidará?

Lo más probable es que no, (al menos eso espero) y esto, sólo quedará en un cliffhanger para que estemos expectantes a lo que pasará en los próximos episodios después del paron navideño. Un final de infarto para terminar el año.

Artículo escrito por: Laura Palmer