No te pierdas: Rubicon

Rubicon no es una serie de espías al uso. No tiene un ritmo trepidante, no tiene tiroteos, ni escenas de acción. Sin embargo crea un excepcional puzle de conspiraciones, intrigas y  pistas en el que nada ni nadie es lo que parece.

Rubicon muestra el día a día de los servicios de inteligencia americanos. En ella seguimos a Will Travers, un analista que sin comerlo ni beberlo se encuentra en medio de una conspiración, o eso es lo que él cree, tras la muerte de su amigo David. Poco a poco nos vamos metiendo en la piel de Will, viviendo su experiencia y queriendo desentrañar el peligroso puzle con el que está jugando.

Uno de los logros de la serie es reflejar el trabajo diario de un analista de inteligencia. Gente normal como tú y yo pero que al final del día toman decisiones importantísimas y cuyas consecuencias pueden ser parar un ataque terrorista o ver como torturan a un hombre por un informe suyo. Nos muestra como el trabajo afecta a estas personas y a su vida familiar. Al mismo tiempo, vemos como trabajan los espías realmente y como una persona que crees que conoces y que sabes cómo es te puede sorprender para bien y para mal.

La serie tiene un ritmo pausado y no vive de diálogos, los planos son largos, lentos y silenciosos. Solo un 20% de la serie es hablada  y aún así te mantiene en el sillón. Toda escena, todo detalle, toda palabra es fundamental para comprender la historia. La trama principal da muchas vueltas y se cruza con varias tramas secundarias, y aún así, cuando terminas de ver los 13 episodios que contiene la única temporada de Rubicon no piensas que te hayan engañado o que hayan jugado contigo.

Rubicon se disfruta como un buen whisky escocés con tragos cortos y un sabor que perdura. Es una serie minimalista en donde todo está estudiado. El comportamiento de los personajes, sus hábitos. Te crean a un hombre descuidado, patoso, olvidadizo, corriente y después es uno de los hombres más inteligentes del país y jefe del Instituto de Política Americana. Eres parte del juego, durante cada episodio piensas en tantas teorías como Will,  a veces sabes más cosas que él y a veces menos. Ese es uno de los grandes méritos de la serie, sabe mantener al espectador expectante y aunque parezca que no pasa nada en realidad están ocurriendo un montón de cosas, lo que pasa es tú no lo sabes hasta episodios después.

Sin duda alguna Rubicon es una de las mejores series de espías que se han hecho y merece ser vista así que si aún no lo has hecho desde Programa Piloto te recomendamos encarecidamente que no te la pierdas.

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