La última temporada de la serie, y ésta sí es la definitiva, ha comenzado. Después de un final de temporada cerrado donde todos eran felices (y comieron perdices) y como ya dije en una ocasión con un guiño a la cabecera que a veces nos acompaña en algunos de los episodios.

El primer capítulo titulado “Know This, We’ve Noticed” comienza fuerte con esos minutos impactantes donde vemos a Dan con Chris Keller (¿era necesario que volviera aparecer en la serie, y sobre todo, con esa pinta?) saliendo de un coche para matar a alguien, Chase detenido en un coche patrulla, Brooke echa un basilisco destrozando un local, a Julian le están dando una paliza, Clay y Quinn discutiendo y Haley en un depósito de cadáveres para identificar a alquien; todo ello narrado por Nathan que acaba diciendo ‘El infierno está vacío y todos los demonios están aquí’ y como dijo una amiga mía (que le robo vilmente la frase) después de ver el episodio: “¡Ostia!, Supernatural”.

Son unos minutos que intentan justificar porque hay que ver esta temporada, ya que te deja con la intriga de saber que es lo que ha pasado para que todos acaben así.

El episodio sigue con un salto en el tiempo hacia atrás indeterminado (algo habitual en la serie), probablemente de unos meses, de los hechos ocurridos en los primero minutos.

Todos tienen una vida bastante tranquila antes de que se desate los infiernos, como dice Nathan. Brooke y Julian cuidan de sus gemelos, los cuales no les dejan dormir demasiado. Brooke trabaja con Haley en la nueva cafetería que llevan juntas aunque sigue haciendo diseños para crear otra posible empresa de moda, aunque su madre no es de mucha ayuda y no la apoya.

Julian tiene un nuevo proyecto que en el último minuto es cancelado, dejándole con un importante préstamo del banco y con un local vacío en el que filmar un proyecto cancelado.

La parejita feliz, es decir, Clay y Quinn andan preocupados porque Clay es sonámbulo y acaba dormido en sitios inapropiados y que pueden hacer peligrar su vida. Deciden ir la médico, y éste le receta unas pastillas para que pueda dormir, pero no surten efecto y sigue apareciendo dormido en lugares de One Tree Hill.

Haley tiene que lidiar con la vuelta de Chris Keller, que ha llegado para ayudarla con la discográfica que creó con Payton; mientras Nathan anda viajando por todo Estados Unidos buscando nuevas promesas.

Alex, que continua con Chase, está haciendo un disco; Chris Keller la ayuda (a su manera) para mejor la producción del disco y que las canciones suenen mejor.

Conocemos al padre de Brooke, que por fin quiere formar parte de la vida de su hija, en el bautizo de los gemelos; ya que es el padrino; mientras que la madrina es Haley.

Dan hace su aparición en la Iglesia mientras están bautizando a los gemelos para poder hablar con Haley. Ha querido hablar con Nathan pero no contacta con él, necesita un lugar donde vivir porque se ha quedado sin casa. Espero que nos expliquen el motivo de por qué se quemo la casa, porque no espero que se haya vuelto loco y la haya quemado él. Haley acepta hasta que venga su marido y tome él la decisión.

Nathan vuelve a casa y se encuentra a su padre cogiendo a su hija. ¿Cómo reaccionará Nathan al ver a su padre en su casa?

Artículo escrito por: Lilith W. Donnelly