Zoom a: Como conocí a vuestra madre. Temporada 7. Episodios 13 y 14

Como conocí a vuestra madre ha vuelto. Después del paron navideño en el que nos dejaron con un cierto sabor agridulce por la intensidad del episodio, la serie ha retornado con dos episodios mucho más flojos, que “Symphony of Illumination”. Lástima, porque en líneas generales la temporada iba por buen camino…

Empecemos por el episodio 7×13 titulado “Tailgate”. Con diferencia el peor episodio de la temporada. Ni la aparición de Sandy Rivers, que por cierto este año esta dejándose ver mucho con eso de que es el jefe de Robin, ni el haber hecho realidad el sueño de Ted y Barney de crear su propio bar, lo salvan. Pero vayamos por partes. Por un lado tenemos la  trama de Marshall, que va a visitar la tumba de su padre al cumplirse un año de su muerte. En ella organiza una pequeña barbacoa, ya que era algo que él hacía con su padre.  No quiero parecer insensible, pero realmente es que me cansa mucho este tema. Vale que Marshall estuviera muy unido a su progenitor y que su muerte le dejo tocado, pero hay que seguir adelante señores guionistas. A hilo de esto enlazamos con la trama de Lily que decide llamar a su padre para contarle la buena nueva. La reacción de este no es la que ella espera, por lo que se lleva una desilusión. Aunque al final vemos como Mickey se presenta en casa de los Ericksen más feliz que una perdiz al saber que va ser abuelo. Ante esto Lily y él vuelven a estrechar su relación.

Mientras tanto en Nueva York, tenemos dos líneas argumentales. Por una parte tenemos a Robin. La canadiense esta junto a Kevin, viendo el especial de Fin de Año de Sandy Rivers. Ante el espectáculo que esta dando Rivers por tener una discusión en directo con su novia “random”, la Sherbastky ha de ir ha sacarle las castañas del fuego a su jefe. Algo que, sin comerlo ni beberlo, beneficiará a la periodista, ya que será ella la que acabe presentando el especial mientras Sandy esta con una buena cogorza.

Por otra parte Ted y Barney, quieren celebrar el Fin de Año, en McLaren’s pero Doug, el camarero con el que tuvieron sus más y su menos allá por el episodio 10 de la cuarta temporada no les deja pasar, por aforo completo. Así que los dos amigos deciden poner en marcha, su propio bar en el apartamento de Ted, Puzzles, un bar que incluso tiene una canción propia con cierto tufillo a Cheers. Con la ayuda de Kevin, la fiesta en casa de Mosby, empieza bien, pero al final, como era de esperar la cosa se desmadra tanto que incluso tienen que llamar a Doug para que les eche un cable. Esta es, en mi opinión la única parte del episodio que me ha sacado alguna sonrisa. En definitiva, un episodio digno de olvidar.

Nos vamos a Long Island. Ciao Nueva York

Tras tener el primer paron de 2012, la serie ha regresado esta semana con el episodio titulado “46 minutes”. ¿A qué hace alusión el título? Pues al tiempo que se tarda en ir a Long Island desde Nueva York, y es que el matrimonio Ericksen-Aldrin, se ha mudado definitivamente a su nueva casa en las afueras, algo que al resto del grupo no les hace mucha gracia. Tras la marcha del matrimonio, el trío Robin/Barney/Ted esta deprimido, porque sospechan que ya nada volverá a ser como antes. Para animar la situación Barney, se autoproclama como nuevo líder del grupo y se lleva al resto y a Kevin, que esta también por allí, a un bar de striptease. Ha sido la parte más divertida del capítulo por varias razones, primero porque hemos vuelto a ver al doble de Lily, a quién Barney nombra como la nueva Lily del grupo y por ende al novio de la bailarina como el nuevo Marshall y luego porque Ted  se coge una cogorza del quince que hace que incluso se suba a echarse unos bailes en la barra americana.

Mientras tanto Robin y Kevin están pasando por la llamada “fase gallina” en su relación. ¿En qué consiste? Pues básicamente en que ambos, se apuntan a cualquier plan, por loco que sea, por miedo a lo que el otro pueda pensar.

Mientras en Long Island, Marshall y Lily están de mudanza en su nueva casa, pero no están solos. Mickey, el padre de Lily, esta con ellos, y parece que su intención es quedarse una larga temporada. Este personaje a mi parecer es cargante, y si ya de por sí, las tramas de Lily y Marshall son las que más me están aburriendo desde hace tiempo, la presencia de Mickey no beneficia a que la situación mejore. Aún así la parte en la que Marshall, ha bajado a encender las luces de la casa, como si de una película de miedo se tratase, guiado desde el interfono por Mickey, ha tenido su punto.

Al final del episodio, Barney, Robin y Ted, se presentan en la casa del matrimonio para decirles que les echan de menos. A merced de las palabras finales de Mosby, parece que el escenario de reunión de la pandilla va a ir cambiando y que en los siguientes episodios les vamos a ver más en la casa de Long Island que en McLaren’s . ¿Os gusta la idea? Porque a mi sinceramente no. Veremos como continúan las tramas y espero que estos dos episodios hayan sido de relleno y que no se rompa el buen ritmo de la serie esta temporada.

Artículo escrito por: Laura Palmer

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