La Astrid alternativa cruza las puertas a nuestro mundo sin notificar a nadie, Bolivia va en su busca. Así comienza este undécimo episodio de la cuarta temporada de Fringe, “Making Angels“.
Lo hace porque quiere conocer a Astrid, pues acaba de perder a su padre y teme no haberle podido dar el amor que requería debido a su condición. Astrid, como siempre, actúa llena de compasión y ternura y reacciona como reaccionaría cualquier persona normal si se encontrara a un doble suyo de otro universo. Mientras, un hombre mata a personas con un spray. Olivia y Peter averiguan que el hombre puede ver el futuro ya que antes de matar a las personas les cuenta su futuro y como va a ser horrible decide matarles por misericordia, según él.
Al final descubrimos que las capacidades del hombre tienen que ver con la aparición de Peter en el lago Reiden, o más bien el hecho de que Septiembre (¡por fin conocemos el nombre de nuestro Observador favorito!) perdiera la tecnología que probablemente el hombre cogió. También vemos como Los Observadores se informan de la aparición de Peter y de que Septiembre no lo eliminó como debía hacer (lo cual agradecemos). Eso fue lo más importante de un episodio que explora las limitaciones de personas autistas y sus temores. Y que cuestiona las acciones de personas para librar a otros de sufrimiento.
Ahora nos preguntamos qué harán Los Observadores con Peter y con Septiembre. Recordemos que la última vez que le vimos fue cuando avisó a Olivia de su futuro y estaba malherido. ¿Tendrá alguna conexión? Probablemente.