Si se pudiera elegir una única cosa como seña de identidad de la mítica serie de Matt Groening es por sus cabeceras. Las ha habido divertidas, tiernas o críticas pero siempre han sido de gran calidad. Por lo tanto no es de extrañar que este particular homenaje de los Simpson a la serie de HBO Juego de tronos sea impresionante.
Así, Springfield se transforma en Westeros y al ritmo de la banda sonora va apareciendo entre engranajes. Un homenaje especialmente curioso si tenemos en cuenta que pertenecen a dos cadenas que no son del mismo grupo empresarial. Parece que la familia Simpson también tiene claro que se acerca el invierno.