Zoom a: Parenthood. Temporada 3

En esta tercera temporada de Parenthood hemos podido ver las vueltas que da la vida. Y como lo más cotidiano puede ser una montaña rusa.

Cada semana los Braverman nos acogen en sus casas para contarnos sus problemas del día a día. Durante esta temporada se han centrado mucho en los bebés. Kristina ha tenido una preciosa niña, Julia y Joel han querido adoptar, y Sarah se ha pensado mucho tener hijos con Mark. Cada episodio nos hablaba de las cosas con las que lidiamos todos los días, nos han hecho empatizar, entender y sentir, analizando todos los ángulos de una situación.

 Crosby ha tenido que lidiar con que Jassmine salga con otro hombre, y ha tenido que aprender a ser padre soltero. Kristina pasó por una depresión post parto mientras Adam no sabía qué hacer o decir para que su mujer se siéntese mejor, haciendo lo que podía. Sarah ha visto como Amber se emancipaba y ya no la necesitaba, aunque no es cierto, por muy mayores que seamos siempre necesitaremos a nuestros padres, ha ayudado a Seth, su ex marido, para que se desintoxicara, y ha tenido sus primeras peleas con Drew, quien sale con su primera novia y tiene que pasar por la vergüenza de que fotografíen a su madre con su profesor de lengua. Pero además ha avanzado en su relación con Mark. Camille y Zeek han lidiado con los miedos que produce no sentirse valorado o hacerse mayor. Y Julia y Joel han pasado por una montaña rusa de emociones al tratar de adoptar un bebé. Adam ha pasado por muchas fases, buscando trabajo, viendo como no puede proveer a su familia, y como Haddie no puede ir a la universidad que quiere, por la que ha luchado tanto, porque no pueden permitírsela. Ha cambiado de trabajo metiéndose en un negocio que no conoce mucho pero que es una oportunidad. Haddie ha tenido su primera ruptura seria cuando Alex lo deja con ella, por su bien. Emotiva, preciosa y magnífica la  escena en la que el chico se despide de Kristina.

Una de las historias más interesantes ha sido la de Amber y el político. Una bonita historia de amor no exenta de problemas, él tiene 28 años, ella 19, ella es ayudante y se podría pensar que él la asciende de puestos porque le gusta, no porque lo vale, o que se está aprovechando de ella. También la trama entre Julia y Zoe, la madre del bebé que va a adoptar. Es dura, pero bonita, va a acabar mal para alguna de las dos, pero está tratada con mucho cuidado y sensibilidad. Entiendes y sufres con la dos. Con Zoe porque no sabe qué hacer con su vida, que acaba de dar un vuelco de 180 grados, y cuando Julia es excepcional con ella lo empeora porque no se va a quedar con el bebé y tiene que protegerse de alguna forma. Y con Julia, porque siempre cabe la posibilidad de que Zoe se quede con el bebé, como al final sucede, y ves que Julia intenta hacer todo bien y siempre tiene el miedo de que Zoe cambie de opinión.

Da gusto ver Parenthood porque todos los personajes te caen bien y mal por igual. Porque todos tenemos nuestros momentos horribles y excepcionales, y con estos personajes sufres, ríes, tienes miedo y esperanza, y en un episodio te parece que uno ha hecho algo fatal y en el siguiente ha hecho algo genial. Quizá el final haya sido demasiado apresurado y también bastante cerrado, no vaya a ser que no la renueven, aunque esperamos que la NBC lo haga pues hay pocos dramas familiares tan bien hechos como este. Una temporada muy regular y que mantiene el nivel de las anteriores.

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