“…6.919.377.000 personas vivimos en este pequeño planeta. Esta es la historia de alguna de esas personas. Hay un antiguo mito chino sobre el hilo rojo del destino. Dice que los dioses han atado un hilo rojo alrededor de cada uno de nuestros tobillos y lo han unido a todas las personas cuyas vidas estamos destinados a tocar. Este hilo se puede estirar o enredar, pero nunca se romperá. Todo está predeterminado por probabilidades matemáticas y es mi trabajo vigilar esos números para hacer las conexiones por las que necesitan encontrarse aquellos cuyas vidas necesitan tocar. Nací hace 4.160 días, el 26 de octubre de 2000. Llevo vivo 11 años, 4 meses, 21 días y 4 horas y en todo ese tiempo jamás he dicho una palabra” Así comienza la nueva serie de Tim Kring, creador de Héroes y Kiefer Sutherland, el inolvidable Jack Bauer de 24.
Touch juega con los seis grados de separación y es curioso ver cómo conectan unas personas con otras, y como distintas acciones desembocan en otras. A todo esto, estamos tan perdidos como el protagonista y parece que el único que sabe de qué va la cosa es el niño autista. El niño se comunica con los números, pero no lo entendemos hasta que lo entiende el padre y descubre cual es su función y la del niño.
Kiefer Sutherland está estupendo en el papel de padre que no entiende nada, que solo quiere poder comunicarse con su hijo, poder tocarle y que ha perdido todo. En algunos momentos la serie es algo sentimentaloide y naïf, la solución de la historia del chico de Bagdad por ejemplo, o la del padre que busca su teléfono. Pero tiene un principio esperanzador, es original y parece que tiene futuro. Veremos cómo se desarrolla.