Esta pareja no comienza nada bien. No vamos a engañarnos, diciendo que es una historia maravillosamente romántica porque no lo es. Como todas las historias de Juego de Tronos es dura, a ratos desagradable y que si se ve con los ojos de nuestros días puede resultar reprensible.

Pero aquí no nos interesa sólo que una pareja sea maravillosa. Queremos personajes que cambien, que evolucionen y cuya dinámica juntos nos interese. Por eso nos gusta esta pareja. Convierte a una pequeña y delicada princesa  que vive a la sombra de su hermano en una mujer hecha y derecha, fuerte y capaz de luchar por su sitio en el mundo.  Khal Drogo no cambia más allá de dejar de considerar que su mujer no es una esclava, lo cual no es extensivo al resto de las mujeres bajo su cargo. Tendremos que darlo por válido.

A Daenerys Targaryen, la vende su querido Viserys. Al más puro estilo mi hermana por un ejército. Por lo tanto la vida de casada no comienza bien para la que ahora es al Khaleesi de un pueblo sangriento al que no comprende.

La luna de miel no mejora. Es violada por Khal Drogo en una escena que indignó tanto a novatos en la saga como a los fans más antiguos que clamaron que Drogo en el libro era dulce con Daenerys.  Pero nuestra Kalheesi es la de la pequeña pantalla y ella sufre un poco más con este matrimonio. Cosas de los guionistas.

Como esto es una producción de la HBO y no debemos olvidarnos de eso, Daenerys decide que no va a quedarse quieta mientras su marido vuelve a reducirla a ser una simple esclava. ¿Y cómo lo consigue? Usando el sexo, claro, mejor si es lésbico. 

Una de las mujeres le enseña como complacer a Kahl Drogo y a partir de ahí el matrimonio va mucho mejor. Drogo admira el carácter que ha demostrado su esposa al plantarle cara de la única manera que podía, mediante su cuerpo, y en él nace un nuevo respeto hacia ella.

Se enamoran. Porque uno sólo puede enamorarse cuando hay respeto. Y aprenden a luchar juntos. Cuando ella se queda embarazada se unen aún más. Son jóvenes, guapos y fuertes. Nada puede irles mal.

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Pero Daenerys no olvida lo que es estar sometida e intenta liberar a todas las mujeres que son hechas esclavas o prisioneras de guerra por el ejército de su marido, lo que no le proporciona muchos aliados entre los hombres de su marido. Éste tiene que pelear para defender las decisiones de su kalheesi y resulta gravemente herido.

En su lucha por salvarle, Daenerys recurre a la magia, que no funciona y en el proceso pierde a su hijo.  Tambien pierde a su marido. Pero gana dos dragones. Cosas de la televisión.