Una serie adulta y seria con toques de humor sobre jóvenes universitarios. Aunque parezca una paradoja o muy snob Felicity era así. Y los muchos que la vimos nos identificábamos con ella, aunque no estuviéramos en la universidad y nos quedara aún tiempo para vivir las experiencias que vivía Felicity Porter. La cabecera nos transmitía por medio de fotografías en blanco y negro fragmentos de esa experiencia, y con la ayuda de la música nos metía en la atmósfera de la serie.

Sin embargo al empezar la tercera temporada los creadores de la serie decidieron cambiar, no solo el estilo de la cabecera también la sintonía. Y la fastidiaron. Esta vez pusieron imágenes de escenas de la serie y añadieron una música más alegre y fresca. Tal vez si hubieran dejado la música solo sin la letra hubiera tenido un pase, pero no, nos tuvimos que tragar la letra, y encima hicieron una versión en español, que es igual  que en inglés pero lo malo es que te enteras de lo que dice.

¿No me digáis que no hay diferencia? Una es artística, original, elegante la otra es…  nada de eso. Los motivos del cambio no están claros. Pero sí que J.J. Abrams debería dedicarse a crear series y dirigir películas, y a ejercer de productor y no de compositor. Porqué, sí, el merito de “la versión nueva de ti, también de mi”, que remplazó la canción que había hecho Amy Jo Johnson, quién interpretaba a Julie en la serie, es suyo.

 Tal vez no sea una cuestión importante, al fin y al cabo es solo una cabecera y una canción. Pero mata la serie. Intentar ver Felicity metiéndote en la trama, en el triángulo amoroso entre la protagonista y Ben y Noel, y pasando algo que te hace quedarte en el sillón y de repente escuchar esto:

Te distancia, te hacer reír, (y no creo que fuera la intención) y te hace tener que encontrar el punto en el que estabas antes de la cabecera. En vez de mantener la emoción la disipa. Y lo peor de todo es que la canción es pegadiza y aunque la odies, la cantas.