Mucha gente esperaba con interés el regreso de Belen Rueda a la pequeña pantalla. Era de las actrices más solventes de Los Serrano y su incursión en el cine ha sido de mano de proyectos bastante interesantes. No es de extrañar, por tanto, que este nuevo intento de la ficción española por alejarse de sus temas habituales al venir avalado por su presencia nos hiciese esperar algo cercano a la Punta escarlata. El problema es que la serie se queda a medio gas, al menos en este primer episodio.
Siempre se ha achacado a nuestras series de no cuidar los escenarios y las localizaciones en las que tiene lugar la trama. Es un alivio comprobar que de un tiempo a esta parte, este aspecto técnico está intentando cuidarse más. Luna, el misterio de Calenda afortunadamente sigue esta nueva corriente de nuestra televisión. Los exteriores son de lo mejor que he visto en producciones nacionales últimamente.
No puede decirse lo mismo de la dirección de actores. Floja es decir poco. Unos secundarios absolutamente sobreactuados acompañan a unos protagonistas un tanto desganados. Eso en el elenco de adultos, porque a los jóvenes mejor no entramos a valorarlos porque es bastante desastroso. Confiamos en que poco a poco trabajando delante de las cámaras mejoren en el oficio. Todo el mundo necesita un periodo de aprendizaje y como en este blog somos optimistas, les dejaremos un tiempo de margen.
Otro punto fuerte es la trama de los hombres lobo. El misterio y la fantasía parece que son las nuevas apuestas de Antena 3, y como aficionada a ese género me alegro de que así sea. Siempre y cuando, la cosa no degenere a un Crepúsculo lobuno. El primer episodio hace temer que esto vaya a ser así, pero, como indica el párrafo anterior, somos gente optimista.
Esperaremos a ver como evoluciona esta nueva apuesta de Antena 3, a la que últimamente parece que le funcionan muy bien todas las series.