Una serie de catástrofes ocurren en ambos universos y parece que David Robert Jones y los niños del Cortexiphan están detrás de estos.
A falta de solo dos episodios y con la confirmación de una quinta y última temporada los creadores de Fringe van cerrando tramas y dejando las cosas en su sitio. En “Worlds Apart” nos despedimos del mundo alternativo y todos sus personajes, aunque no todavía de David Robert Jones.
Un final emotivo y racional. Deben parar la maquina que comunica los dos universos para impedir que David Robert Jones finalice su plan de crear un nuevo universo a costa de estos. Olivia trata por todos los medios evitar este final pero no lo consigue. Aún así le dice a Fauxlivia que no pierda la esperanza, que aunque haya que apagar la maquina eso no significa que su universo no se pueda curar, que aún pueden volver a aparecer los arco iris después de la lluvia.
Mientras, los demás lidian con sus sentimientos ante lo que parece el final de las relaciones con los alternativos. “El hogar es donde está el corazón” es lo que decide a Peter y a Lincoln a quedarse en uno y otro lado, para alegría de las dos Olivias. El temor de Walter, sin embargo, tiene que ver con sus dudas de que Peter no vaya a desaparecer una vez se haya parado la maquina.
Da la sensación de que con esta temporada quieren volver al principio y parece que poco a poco van recorriendo el camino para ello. El capítulo no es de los mejores, pero al finalizar te queda la misma sensación de vacío que a Walter. Creo que vamos a echar de menos a esos personajes más de lo que pensamos.