Gran final para una gran temporada con dos episodios llenos de tensión, giros inesperados y una resolución que seguro contentará a los seguidores.
“A Brave New World” es la consecuencia natural de la evolución de la cuarta temporada de Fringe. Durante todos los episodios ha habido reminiscencias al pasado de la serie, sobre todo a la primera temporada y al final el círculo se cierra de forma magistral. El tema principal de la serie es científicos jugando a ser dioses. El paso final es crear un nuevo mundo. Pensábamos que el malo era David Robert Jones, pero nos preguntábamos, como Walter, cómo y de dónde había sacado esos conocimientos. Claro que William Bell tenía que ser el malo. Es la némesis de Walter, es un caso claro de ciencia ficción, todo héroe (Walter) tiene que tener su villano (Bell). Amigos y colegas que toman caminos opuestos y al final deben enfrentarse el uno al otro. De libro. Genial.
La activación y muerte de Olivia es poética y tiene paralelismos con las tramas de Peter. Si en la tercera temporada Peter era la causa del fin del mundo, ahora es Olivia y si en la temporada anterior Peter era el que se tenía que sacrificar y morir (desaparecer), ahora es la agente Dunham. Además sabemos porque la quieren activar. Todo el tema de los niños del Cortxiphan se resuelve en cierto modo, pero no olvidemos que en la serie siempre se habló de una guerra. Puede que los poderes de Olivia hayan terminado, pero esto es Fringe, es probable que vuelvan a aparecer. Más teniendo en cuenta la advertencia de Septiembre, nuestro Observador favorito, al final del capítulo, posiblemente haciendo referencia a esa invasión de Observadores de la que se habló en el episodio 19, y que le da cierto sentido, pues a pesar de ser muy bueno, quedaba suelto y sinsentido dentro de la temporada.
Todos los puntos se conectan y se resuelven muchas tramas. Olivia está embarazada, lo que conecta con el episodio futurístico y la protagonista de éste, Etta, la hija de Peter y Olivia. Ya sabemos quién disparó al Observador, porque la única solución era que muriera Olivia y para qué se estaban creando las diferentes criaturas que han aparecido a lo largo de la serie. Broyles asciende a general y Nina Sharp será la jefa de la División Fringe a partir de ahora.
Algo inédito en Fringe, el final es feliz. Casi podría servir como final de serie, ya sabemos que la cancelación siempre sobrevuela Fringe, por suerte y desgracia aún nos queda una temporada final, pero bueno, mejor acabar bien que alargarla terminando en un sinsentido. Una gran temporada, la cuarta, con muy pocos episodios flojos y que aún así mantenían la calidad de la serie. Dando respuesta, no solo a incógnitas de esta, también de temporadas anteriores, avanzando en la historia y seduciendo al público con ella. Fringe consigue que cada temporada sea mejor que la anterior y que alcance y sobrepase las expectativas de los espectadores. Y como tales que somos no nos perderemos su última temporada.