Volvió Fringe para contarnos la historia de la llegada de los Observadores, como la humanidad se convirtió en esclava y cómo la primera división Fringe intenta cambiar el futuro.

En este primer episodio retomamos la trama dejada en el episodio “Letters of Transit” (4.19), vamos en busca de Olivia y al rescate de Walter, el único con un plan para salvar a la humanidad. Pero no infravaloremos a los Observadores. Grandes malos para esta última temporada en la que parece que no va a haber tantos casos “Fringe” como en las anteriores y se va a centrar más en la historia de los Observadores.

Los guionistas como siempre sutiles pero eficaces nos cuentan la historia por medio de detalles,  de medias conversaciones y de imágenes que tienen sentido una vez terminado el episodio. Qué ocurrió con la llegada de los Observadores, qué le pasó a Henrietta, a Peter y a Olivia.

“Transilience Thought Unifier Model”; título del episodio, llamado así por el dispositivo utilizado para juntar los pensamientos de Walter y así entender el plan de salvación pensado por el científico y Septiembre, nuestro Observador aliado; es un episodio de emociones: sentimos el miedo de Walter tras ser capturado, el dolor de saber que por mucho que lo intente los Observadores conseguirán doblegarle y sacarle información. La culpa, la tristeza y el remordimiento de Peter. La nostalgia, la ilusión, la felicidad y la fuerza de Etta y Olivia,  porque en esta serie si hay alguien que luche y sobreviva es Olivia. Y la desesperación y decepción de Walter cuando está todo perdido. Sin embargo no lo está. Sin decirlo de forma evidente, vemos esa última escena, Walter escuchando Only You  de Yazoo de fondo y una margarita brotando. Y nos da esperanza porque es un mundo sin música y Los Observadores no saben que ella nos ayuda a ver las cosas de forma distinta, con otra perspectiva.