Análisis de Borderlands 2

Borderlands 2

La idea de combinar lo mejor de los shooters más populares con el rol no es nueva. Muchos juegos de mayor o menor éxito lo han intentado, y lo que nos ha quedado claro tras varios años llenos de propuestas en este sentido es que no es tan fácil como parece hacerlo bien. ¡No sólo hacerlo bien! Sino que llegue a enganchar al público aportando frescura y ese ‘algo’ que crea comunidad.

El Borderlands original consiguió sorprender, primero por su arte, que erróneamente pensábamos que no acababa de gustar a los aficionados en este tipo de juegos. Luego, por su concepto. Y es que aquí tenemos la razón por la que nos ha gustado tanto esta secuela, porque pese a ser claramente continuista y seguir a pies juntillas la fórmula que dio la campanada hace tres años, consigue ser fiel a sí mismo.

Borderlands 2 tiene muy claro adónde quiere ir, fraguándose como una propuesta mucho más sólida que otros juegos de corte apocalíptico como por ejemplo Rage, que si bien comparten algunas similitudes no llegó a ser tan redondo ni a implementar tan bien aspectos como el sandbox. Y es que aquí sí que tendremos la sensación de estar recorriendo vastos territorios llenos de peligro con bastante libertad.

¿Os acordáis de la historia del primero? ¿De ese grupo de “Buscadores de la Cámara” que cuando al final consiguen encontrar el gran tesoro de Pandora se llevan una desagradable sorpresa? Pues bien, aunque ahora pasaremos a controlar nuevos personajes, sus hazañas siguen estando muy presentes. Y es que, tras dispersar por el planeta grandes cantidades de un raro y valioso mineral, el malvado líder de la corporación Hyperión, conocido como Jack El Guapo, se hace con el control del planeta enriqueciéndose rápidamente y lanzándose a la búsqueda… ¡de una cámara mucho más grande que la anterior!

Bien, el comienzo de la nueva trama no es demasiado potente, da la sensación de ser “más de lo mismo”. Por suerte, tras un buen puñado de horas de juego nos daremos cuenta de que incluso este apartado ha sido mucho más cuidado de lo que en un principio parecía. Los diálogos han sido mejor escritos y son todavía más hilarantes que en la primera entrega, al igual que algunos de los retos a los que nos deberemos enfrentar. Incluso cuando pasemos la mitad del juego llegaremos tomarle el gusto a la historia que mejorará notablemente forzándonos a acabar como mínimo la trama principal.

El inicio del juego, que ya nos deja algún que otro personaje que los fans reconocerán de inmediato, debe destacarse también por la formidable presentación de los personajes que podremos escoger para jugar la aventura. Tenemos al típico mercenario, versátil y al que le encanta montar torretas como apoyo; al asesino, letal también en distancias cortas; a la sirena, que utiliza su energía psíquica en el combate; y el Gunzerker, amante de las armas pesadas y de cargar con todo lo que tenga.

Una vez más hay que hacer notar que nos encontramos ante un juego dirigido al cooperativo. Siempre podemos jugar la campaña individualmente, que sigue siendo muy divertido aunque sí notaremos algún que otro momento especialmente difícil que no parece estar bien compensado. No se entiende todavía la decisión de no incluir la posibilidad de ir acompañado en el juego en solitario y dar órdenes a nuestro escuadrón, pero evidentemente sus desarrolladores no han querido ir por este camino.

Con amigos todo cambia, porque los multitudinarios combates de Borderlands 2 son ideales para unir fuerzas y jugar en equipo, que es realmente divertido y una de las mejores experiencias en este sentido que podéis encontrar actualmente. Combinar las habilidades de cada uno es una gozada, y probar todas y cada una de las armas disponibles también.

Hay muchas, muchísimas, algo de lo que ya se congratulaban en el tráiler. Pero es que es cierto, si queréis probarlas todas más os vale dedicar tiempo al juego, aunque también es cierto que echamos en falta cierto grado de “locura” en ellas que tan bien le habría venido a un juego tan hilarante como este.

Se trata de un juego largo, solo su trama principal ya os llevará unas 15 horas pero claro, no deberíais perder la oportunidad de explorar Pandora y hacer las misiones secundarias, algunas merecen la pena y han ganado en variación.

Como se trata de un juego que tiende al rol, ya os imagináis que tendremos una ciudad principal donde ir adquiriendo misiones y diversas áreas para cumplirlas a las que una vez descubiertas podremos ir directamente sin volver a atravesar todo el mapa. Para ello, nada mejor que utilizar vehículos, que se conducen de un modo muy similar al Warthog de Halo aunque la jugabilidad de la conducción no puede rivalizar de ninguna manera con la de la vista en primera persona, pues adolece de algunas imprecisiones.

Una vez completemos encargos y venzamos aquellos inevitables jefes de final de misión, algunos de ellos bastante memorables y con una puesta en escena muy efectista y dinámica, subiremos en experiencia que podremos canjear en el árbol de habilidades del personaje con el que tenderemos a crear nuestro jugador ideal.

El inventario es otro aspecto heredado del rol más clásico, donde será importante equiparnos bien y seleccionar las mejores armas. Por suerte en esta segunda parte la munición será menos escasa, lo cual potenciará la acción.

Algo más discutible es el sistema para resucitarnos una vez nos han abatido y que recuerda mucho a la regeneración del Bioshock. Y digo discutible porque, a pesar de que a muchos les encantará y es una manera de atraer a aquellos que se frustren con la dificultad de este tipo de juegos, a otros jugadores les echará para atrás puesto que a veces parece que algunos combates importantes son un reto relativo. Una vez caemos, por un módico precio volveremos al último punto de control y seguiremos allí donde lo dejamos.

Gráficamente y aunque en un primer momento no lo pareciera, si lo comparamos con la primera parte veremos que ha mejorado muchísimo. Fiel a su estilo de cómic observamos como los escenarios, objetos y personajes han ganado en colorido, profundidad y contornos mucho mejor delimitados. Por supuesto en lo primero ayuda y mucho el hecho de que en Borderlands 2 se haya apostado por la variedad de lugares, algo que en el primero se echaba en falta al abusar de los parajes desérticos cuya exploración acababa por hacerse algo tediosa.

Aquí empezaremos en un área dominada por el hielo y la nieve, que muestran nuevos efectos como la ventisca en la cima de los acantilados, los copos pegándose a la pantalla o la textura de las superficies heladas. A estos se les unirán otro más genéricos como los de las explosiones o maquinaria cortocircuitada que también rayan a un buen nivel sin desentonar con los entornos.

El sonido es también uno de los apartados que mejor lucen, con algunos temas muy bien escogidos, una banda sonora que deja buen sabor de boca y un doblaje excepcional. Escuchar a Jack El Guapo meterse con nosotros mientras luchamos en territorios hostiles hará que finalmente esbocemos una sonrisa.

Gearbox Software, tras el pequeño susto que supuso el lanzamiento de Duke Nukem Forever, han vuelto en su mejor versión con un juego muy sólido técnica y conceptualmente, lo suficientemente profundo para convencer a los roleros y adictivo para los amantes del gatillo fácil. La consagración de una franquicia de gran potencial, que sabe desmarcarse de sus competidores y que sabe recompensar al comprador. Sin duda, de los grandes del 2012.

NOTA FINAL: 8,5

2 comentarios

  1. El primero me gustó, aunque no lo pude jugar con otra gente y se veía que era la manera de sacarle el máximo partido. HAbrá que probar el nuevo de todas maneras…

  2. Lo primero es lo primero: Gran crítica. Y ahora a meterse en harina. Visualmente este juego es una pasada, la estética comic, el colorido… Muy plástico, muy estético. Admito que me cuesta conectar con el humor tan pasado de rosca pero si a alguien le gusta está muy conseguido (pero eso sí, no he visto nada más capaz de sacarme de mis casillas que los psicópatas, que estrés de hombres). Para jugar uno sólo se queda un poco cojo pero en cooperativo… bueno, eso es otra cosa XD

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