En estos dos episodios de Castle, Beckett y el escritor intentan resolver el asesinato de una reportera y el de una chica que ha dejado escrito con sangre un mensaje.
Pero hay mucho más. Sobre todo las consecuencias después de que Kate y Richard decidan llevar su relación en secreto: al principio puede ser increíble pero luego hay demasiadas mentiras que pueden romper la pareja. Alexis se marcha a la universidad y le entra esa nostalgia que nos entra a todos cuando empezamos una nueva etapa en nuestras vidas. Ah, y Esposito y Ryan por fin se arreglan de una forma muy masculina.
Lo más interesante de esta nueva temporada es ver la dinámica entre Castle y Beckett, qué cosas han cambiado, qué cosas no lo han hecho. Son una pareja y se comportan como tal pero todavía hay cosas que no conocen el uno del otro y que van descubriendo. Vemos como reaccionan diferente, si Castle antes hacía una payasada Beckett ponía los ojos en blanco, ahora cuando el escritor hace el payaso, ella le mira con dulzura. Otro punto positivo es que podemos ver la vis cómica de Stana Katic, cosa que no hemos podido hacer durante las cuatro temporadas anteriores de Castle. Lo mejor es que los personajes siguen siendo ellos mismos y por lo pronto no parece que vayan a romper la pareja. Eso sí, están empezando y ninguno sabe muy bien lo que hacer pero como dice Richard “puede que rompamos o puede que seamos increíbles”. Lo bueno es que esta trama nos da momentos divertidos y emocionales que aligeran las tramas procedimentales.
Lo malo, tal vez no para los seguidores de la pareja Castle/Beckett, es que no permite desarrollar las tramas personales de los demás personajes más a fondo. Un ejemplo de ello es la primera gran pelea entre Esposito y Ryan, que se soluciona en el segundo episodio después de que uno reciba el puñetazo que se debería haber llevado el otro. Y no es que la trama no fuera divertida, o estuviera mal contada, o no fuera algo realista, pero parece tan necesario volver a lo normal que le resta importancia al hecho de que por primera vez hemos visto a estos dos detectives tan cabreados el uno con el otro.
En cuanto a los casos, bueno todos sabemos que lo más interesante de Castle no son los casos, como siempre dan demasiadas vueltas para acabar en el mismo lugar. Lo bueno es que saben cómo hacer que el viaje sea entretenido y aunque sepas quien es el malo desde el principio vas cambiando de principal sospechoso a medida que discurre la investigación y el episodio, por lo que no te aburre, que al final es de lo que se trata.