Hay algo entre fascinante y desesperante en los capítulos de Halloween. Suelen ser curiosos, divertidos o más o menos originales, pero casi nunca aportan nada a los personajes e igual que los ves los olvidas… pero eso no va a pasar con este capítulo de Once Upon a Time. Porque es un capítulo de Halloween y a la vez no lo es.

No es la primera vez que en esta serie nos traen un personaje que no es de los cuentos clásicos sinpo que pertenece a la literatura universal. Ya pasó con el sombrerero loco y ¿qué mejor que un capítulo de Halloween para recuperar un clásico de la literatura como Frankestein? Así pues, el Doctor Whale se revela como el Doctor Frankestein y lo hace con dos aciertos: el primero, separar correctamente al monstruo del creador. Algo que parece básico pero que la cultura popular ha mezclado sin piedad, Frankestein es el doctor no la criatura. Segundo; presenta cierta competencia entre magia y ciencia (que por supuesto gana Rumplestinskin porque él gana todo). Revisitan el clásico con estilo y aprovechan para narrar el trágico pasado de Regina, a eso se le llama optimizar recursos narrativos.

Esto último es el otro gran acierto de este capítulo. Si el anterior episodio iba sobre los atisbos de humanidad que quedan en Rumplestiskin en éste la gran protagonista era Regina y su amor truncado. Pobre Reina, ella no es malvada es que Rumplestinkin la dibujó así. Lana Parrilla hace un gran trabajo dando alma a la Reina y haciendo que nuestra simpatía hacia ella gane enteros. Traición y más traición convierten a esta mujer en una figura casi trágica, y podríamos quitar el casi si no fuésemos un poco cínicos.

Cinismo que nos ayuda a soportar las escenas de Emma que aún viviendo en el mundo de los cuentos se pasea por el mundo mágico en plan “Ah, pero ¿Realmente eres el Capitan Garfio de Peter Pan? ¿La magia existe?”. Sí, señorita la magia existe y será mejor que lo asumas antes de enfrentarte al gigante de las habichuelas mágicas.

Aunque debe ser algo de familia porque el Príncipe ha decidido iniciar a Henry en los principios caballerescos, lo cual parece implicar limpiar heces de caballo en las cuadras y perder horas de descanso aunque el niño se queja de que por la preocupación no está descansando. Y esto pasa cuando el príncipe se dedica a otras cosas que no son rescatar princesas en apuros.

Un episodio que deja una sensación muy satisfactoria y que nos permite entender un poco mejor a nuestros personajes favoritos.