Ya son más de diez millones de espectadores los que siguen las andanzas de los habitantes de Storybrooke. Y no es de extrañar porque a diferencia de la temporada anterior, en ésta sí que están consiguiendo mantener el nivel de interés y de calidad.
Admito que me daba un poco de miedo el momento en el que nos contasen una historia que no estuviese centrada en los malos y estuviese centrada en Emma. La protagonista es, curiosamente, uno de los eslabones más débiles de la ficción. Los esfuerzos por desarrollar este personaje han sido escasos y poco acertados. Una mujer que debería parecernos fuerte, inteligente e independiente nos resulta una pazguata que no entiende muy bien de qué van las cosas. Por eso se agradece el primer intento serio de explicarnos su carácter.
Hace once años, una pizpireta Emma Swan (con gafas de pasta que eso seguro que rejuvenece a la actriz) tiene la genial idea de robar un escarabajo amarillo que resultará muy familiar a los seguidores de la serie. Pero resulta que el coche venía con regalo porque ya lo habían robado y el anterior ladrón, Neal Cassidy, seguía durmiendo dentro.Y así se conocen los Bonnie& Clyde de Storybrooke, que roban juntos y luego deciden retirarse del crimen juntos y vivir en Tallahasse. Pero aquí tiene que aparecer August, el peor guardián de la historia de la televisión que ignora el libre albedrío de la protagonista de una manera pasmosa y obliga a Neal no sólo a abandonarla sino también entregarla a la policía para que la cárcel la devuelva al buen camino y pueda cumplir con su destino. No contento con obligarla a tener a su hijo sola y en la cárcel August se queda con el dinero que Neal intenta hacer llegar a Emma.
Mientras en el mundo de los cuentos, Hook les cuenta a sus ‘compañeras’ que a buscar la brújula no puede ir cualquiera, ya que el gigante ha hecho un hechizo contra extraños. Pero él tiene dos brazaletes mágicos que contrarrestan este hechizo y que cualquiera de las cuatro puede acompañarle. El flirteo es claro entre el pirata y la caza-recompensas y se suma uno más a los admiradores de la rubia.
De todas formas, lo más interesante que descubrimos en el mundo mágico es que las pesadillas que sufren la Bella durmiente y Henry podrían permitir que los habitantes de ambos mundos se comuniquen. Habrá que ver como evoluciona.