Cena con los padres, persecuciones, curas y monjas, y mafia irlandesa ¿Qué más se puede pedir a un episodio de Castle? ¿Amor? ¿Referencias a la cultura pop? Pues claro que de eso también tiene “After Hours”.
Durante todo el episodio vemos a Castle y Beckett preocupados porque sus padres no se llevan bien, es interesante como les manipula el testigo para que discutan más al decirles que en realidad están hablando de sí mismos. Varias veces repiten que sobre el papel su relación no funcionaría porque vienen de mundos distintos, lo cual me parece una chorrada porque no son tan diferentes, a ambos les gusta la ciencia ficción y los comics, resolver puzles y misterios, ambos se admiran y se retan. Se han influido el uno al otro durante toda su relación, se respetan, tienen en consideración al otro, y se aceptan como son y se cuidan. Seamos sinceros la historia de Castle y Beckett no es que sea un amor imposible, complicado y que nunca funcionaría. En fin, no son como el agua y el aceite.
Este octavo episodio de la quinta temporada de Castle sirve para mostrar las técnicas y aptitudes profesionales de la capitana Gates. Se preocupa por su gente, incluso por el escritor al que no le tiene en mucha estima, y demuestra lo intimidante que puede ser ante un sospechoso, nos enseña más capas de este personaje al que vamos conociendo poco a poco. También vemos la forma de ser de Ryan, al santiguarse ante el cuerpo sin vida del sacerdote, en señal de respeto, y como le da miedo un monja (algo que cualquiera que haya ido a un colegio de monjas entiende perfectamente, y aunque no haya ido también). Está bien porque pueden hacer humor de la iglesia sin meterse con ella, ni ridiculizar a los creyentes.
En cuanto a la trama criminal del episodio no es muy original, ni la historia del sacerdote y el mafioso irlandés que son amigos, ni la cadena de obstáculos que sufren Beckett, Castle y el testigo, pero permite bromas y referencias a películas como ¿Colega dónde está mi coche? , 16 Calles, y series como Luz de Luna.
De una cosa no se puede dudar, el entretenimiento en Castle está asegurado.