Basada en el cómic de DC y creada por Greg Berlanti (Everwood, Cinco Hermanos) Arrow nos cuenta la historia de redención de Oliver Queen, un chico multimillonario que ha pasado cinco años en una isla llamada el purgatorio y que regresa a casa con la misión encomendada por su padre de hacer justicia y devolver a Starling City su esplendor.

Probablemente muchas jóvenes, y no tanto, se acercaron a Arrow por el poster promocional en el que sale Stephen Amell a pecho descubierto mostrando las cicatrices del personaje protagonista. Y probablemente muchos tíos pensaron “otro producto para tías con chicos guapos”. No vamos a negar lo evidente, lo es. Y a pesar de las limitaciones interpretativas de sus protagonistas, la serie está bien.

Tiene un objetivo con el que te involucras nada más empezar, tiene un misterio del que van desvelando cosas a cuenta gotas, a cada cual más sorprendente. Tiene un consistente cartel de secundarios, empezando por la madre de Oliver interpretada por Susanna Thompson, siguiendo con Diggles (David Ramsey), pasando por el detective Quentin Lance (Paul Blackthorne) y terminando con el hombre misterioso y malvado, ahora sabemos que padre de Tommy, aunque parezca más joven que el amigo de Oliver, John Barrowman. Que yo no sé si os pasará a vosotros, pero cuando le veo pienso “es  el capitán Jack Harness”.

Tiene acción, tiene personajes carismáticos y que gustan, personajes estudiados hasta el más mínimo detalle, se deja la filosofía barata en casa, y aunque no sea profunda, ni lo intente, tiene momentos de descubrimiento personal y comprensión del comportamiento humano, y de héroes.

Como es típico en estas series tiene un trío romántico, sabemos que Laurel (Katie Cassidy) y Oliver van a acabar juntos, porque no hacen más que recordarnos lo mucho que se quieren,  a pesar de que ella esté enfadada, y él se sienta culpable, a pesar de que ella esté empezando una relación con Tommy y él quiera lo mejor para ella y ahora mismo no es él porque pueden hacerla daño y él es un vigilante encapuchado que tiene que cumplir una misión. Aún así a mí me gusta Tommy con Laurel, es la única trama que tiene el pobre, aparte de madurar y dejar de ser un niño mimado.

Tal vez lo peor de la serie sea la voz en off, necesaria para situarte en el contexto y entender las motivaciones  y pensamientos de Green Arrow, pero a veces un poco forzada. De hecho en el último episodio no ha habido y no la he echado en falta.

Arrow es una buena serie de superhéroes dirigida para el público al que va dirigida y que aúna la creatividad del cómic, el buen hacer del equipo liderado por Greg Berlanti y el estilo de la cadena que la emite en Estado Unidos, tampoco le vamos a pedir a la CW que cambie su imagen. Aún siendo un producto para jóvenes su solidez sorprende.