¡Viva los sentimientos y las emociones! En los dos últimos episodios de Fringe hablamos de humanidad.
Si en “Five-Tewnty-Ten” nos mostraban la deshumanización, y el miedo y el daño que conlleva para el resto, en “The Human Kind” nos enseñan lo que nos hace diferentes y fuertes: nuestros sentimientos. Todo esto a colación del camino que están llevando los dos Bishops. Walter por reimplantarse las partes del cerebro que le hicieron destruir dos mundos y Peter por su sed de venganza que le hace implantarse la tecnología de los Observadores.
Durante los dos episodios vemos lo peor y lo mejor que tenemos. Lo vemos desde los ojos de Nina, quien vuelve a aparecer para advertir y recordar a Walter como era y que no quiere volver a ser ese científico, y Olivia quien ha visto y sabe demasiado para creer en señales místicas o anomalías, porque ella misma es una anomalía.
Fringe habla de sentimientos desde un punto de vista racional e inteligente tocándonos la fibra. A pesar de que sabemos cómo va a acabar, lo esperamos y nos comemos las uñas por la tensión, incluso pedimos que funcione. No es para menos, el final de “Five-Twenty-Ten” nos deja bastante preocupados con Peter cayéndosele el pelo. Es interesante la introducción del joven Bishop en el mundo de los Observadores, pero no es lo que queremos ver.
Si en anteriores temporadas podíamos sufrir con las idas y venidas de la relación entre Peter y Olivia, al fin y al cabo se debían a las circunstancias, en esta temporada la separación de ambos se debe a la testarudez de Peter, yendo por un camino que a los espectadores no nos gusta nada. De hecho en “The Human Kind” se repite la historia y los errores cometidos cuando los Observadores invadieron La Tierra y Etta desapareció.
Ya dijimos que la muerte de Etta iba a ser uno de los puntos importantes de esta quinta temporada de Fringe, igual que la historia de amor entre Peter y Olivia. Han superado mundos paralelos, falsas Olivias, futuros alternativos, desaparición de la existencia. Una y otra vez se les ha puesto a prueba y han salido airosos. Se les ha dado otra oportunidad para mostrar su fortaleza como pareja y no la han desaprovechado.
La forma de salvar a Peter es a través de los sentimientos. Walter intenta llegar a él por el lado racional y compasivo “Te necesito” le dice. Pero es Olivia la que debe salvarle, la trama de Olivia durante los episodios es comprender que debe hacerlo con las emociones, Simone ya se lo dice, pero es la captura y ‘la bala que salvo el mundo’ la que se lo recuerdan y lo que la hacen entender. Así Olivia salva a Peter en el momento crucial, buenísima escena final. “Te quiero” le dice y le convence de que su amor por Etta es lo que hace que su hija esté con ellos y lo que les hace fuertes, porque es algo que Windmark no les puede quitar, ni sentir, ni comprender.