Los chicos de Golden Moustache están que se salen. Su última ocurrencia ha sido un vídeo con actores reales en el que imaginan cómo serían esas escenas sexuales tabú entre algunos iconos de los videojuegos. No os lo perdáis que es muy divertido.

Como algunos de los usuarios no han pillado todas las bromas, explicaré las que a mi juicio tienen más gracia y que si no has jugado a los juegos de los personajes en cuestión difícilmente entenderás.

El de Super Mario está bastante claro. Por fin superó el cartelito de «Lo sentimos pero su princesa está en otro castillo» y tras enfrentarse a Bowser toca gozar de su recompensa carnal. Claro que con tanto salto y tanta tubería, no es de extrañar que al fontanero le cueste entrar en materia. Para ello, nada mejor que una estrellita de esas que lo hacen invencible para superar el último reto. Ahora sí que tendrán sentido sus grititos italianos. Eso sí, lo de su hermano Luigi al final es un poco enfermizo.

La escenita con Lara Croft hace referencia a sus antiguas aventuras, en las que los jugadores con menos habilidad se pasaban horas y horas topándose con los muros y saltando en vertical hasta dar con la combinación para subirse a un bloque. Está claro que esta noche la arqueóloga de Tomb Raider seguirá siendo casta y pura.

El de Metal Gear es de los mejores. Quien haya disfrutado de alguna de las misiones de Snake sabrá que uno de sus métodos favoritos para ocultarse y pasar desapercibido entre los enemigos era meterse dentro de una caja de cartón e ir avanzando poco a poco. Sí, hoy por hoy es un método un tanto infantil que poco tiene que ver con las mecánicas de los juegos de sigilo actuales, pero para el sketch es perfecto. La verdad es que es todo un viciosete, aunque tampoco es que la chica sea demasiado avispada. Un poco como los guardias del juego.

El de GTA Vice City poco tiene que explicar. Ya es un clásico en la franquicia que el protagonista disfrute de los servicios de una profesional dentro del coche durante un ratito hasta que recupera la barra de vida. Nunca hemos visto nada aparte de los continuos meneos del vehículo. Y dicen que el juego es transgresor…

El de Portal 2 es muy imaginativo. El juego incluía por primera vez una campaña cooperativa para pasar los niveles junto con un amigo, ambos con una pistola de hacer portales con las que interactuar. Claro que sus desarrolladores nunca se imaginaron que sería una buena forma de practicar sexo sin los inconvenientes de los cambios de postura y de estar uno encima del otro. Ya sabéis la mecánica, por un lado entra y por el otro sale.

El de Zelda tiene su lógica. Y es que aquellos que no han probado la saga de primera mano suelen sufrir uno de los errores más típicos, y es creer que el protagonista lleva el nombre que da título a los juegos. Pues nada más lejos de la realidad, el elfo verde se llama Link, y Zelda es la princesa que da sentido a su búsqueda. Claro que entre las sábanas y con una buena bofetada, el error puede tener su morbo.

Ah, y lo de Ryu y Ken ya nos lo imaginábamos. Mismo maestro, mismas técnicas… pues blanco y en botella.