En los años en los que se estrenó ‘My so called life (Es mi vida)’, la visión imperante de los adolescentes era puro ‘Sensación de vivir’. De hecho, la serie que protagonizaba una jovencísima Claire Danes nació como una reacción a esa imagen distorsionada de los adolescentes. Cuentan los rumores que Winnie Holzman – que ya había trabajado como guinista para ‘Aquellos maravillosos años’- visitó en secreto varios institutos para empaparse de problemas reales a los que los adolescentes debían enfrentarse.

Ésta fue la primera serie en desmarcarse de las adolescentes al uso, que básicamente hasta ese momento eran una sucesión de fiestas con diversos episodios preparando la fiesta y otros explorando las consecuencias de la fiesta, con unos padres bastante atontados, que no se enteraban de nada y a los que sus hijos salvaban de los apuros y luego hacían lo que querían.

 Una adolescente lista e inteligente, criada en el seno de una familia acomodada, atraviesa diferentes fases en su adolescencia, tanto en su entorno familiar como en el instituto donde estudia. La premisa era simple.  Y  funcionó porque ‘My so called life’ (es mi vida) es una de las mejores series que se han emitido en televisión y una de las cancelaciones más crueles y precipitadas de la pequeña pantalla. Que ‘My so called life’, no llegase a los 20 episodios y aún así se convirtiese en una de las series de culto más mimadas por los seriéfilos habla por si sólo.

Angela Chase -Claire Danes- se separa del tradicional círculo afectivo del entorno de clase media que ha marcado su infancia para unirse a un extraño grupo formado por Rayanne Graff -A.J. Langer-, una chica con problemas con la bebida, y Rickie Vasquez -Wilson Cruz-, un joven homosexual procedente de una familia des-estructurada. Pero sobretodo  Angela, con su pelo recién teñido de naranja porque la primera muestra de rebeldía adolescente siempre es un color de pelo estridente- se topa, y mucho, con otro outsider: Jordan Catalano  un joven Jared Leto  que  era guapo y además tenía aire de peligroso.

En ‘My So Called Life (Es mi vida)’, los problemas eran reales y la serie era honesta al tratarlos. Por ejemplo temas como la homosexualidad, acoso escolar, alcoholismo, drogas, adulterio, etc, no eran tratados en un único episodio y luego olvidados sino que forman parte de la trama principal, dándole una profundidad y unos matices a la adolescencia que nunca se habían visto hasta ese momento, y sin los que no hubiéramos podido conocer después personajes como Rory Gilmore o series como ‘Dawson Creek’ y ‘Veronica Mars’.

Y no nos olvidamos de los progenitores. Los dos padres interpretados por Bess Armstrong y Tom Irwin, , que daban el contrapunto adulto, intentando conservar su relación con su hija, siguiéndola en sus cambios existenciales en la medida de lo posible, pero actuando como personas serias y no como mentecatos. Eran padres normales que no sabían muy bien qué hacer con la adolescencia de su hija.

Llegados a este punto del post os estaréis preguntando porqué cancelaron ‘My so called life (Es mi vida)’ si la serie era tan maravillosa, los actores tan buenos… ¿no daba dinero? ¿era muy cara? Pues ni lo uno, ni lo otro.  La cadena ABC, a pesar de tener unas audiencias bajas, confiaba en la serie porque le proporcionaba premios y prestigio. Pero  Claire Danes no podía seguir el ritmo de rodaje, que además debía compaginar con los estudios, y pidió que se redujeran los episodios por temporada.

ABC se negó y Claire Danes y sus padres amenazaron con demandar a la cadena por explotación laboral y se negaron a continuar. En pleno culebrón la creadora Winnie Holtzman, así como sus jefes Herskowitz y Zwick, decidieron que sin Claire no tenía ningún sentido proseguir la serie, y decidieron de común acuerdo con la cadena cancelar la misma.

La cancelación de ‘My so called life (Es mi vida)’ provocó un movimiento anti-cancelación como no se había visto hasta ese momento que hasta provocó ataques – de los fans y de algunos compañeros de rodaje-  contra Claire Danes a la que culparon por la cancelación de la serie. Claro que eso no frenó la carrera de nuestra rubia, que ahora ha vuelto a las televisiones para mantenernos a todos intrigados con ‘Homeland’.

Una serie que todo seriefilo debe ver, pese al final abierto, pese a la brevedad. Es toda una clase maestra de buena televisión.