El episodio “Still” de Castle es una oda a la relación de Beckett y el escritor de novela negra, es un guiño a los fans de la pareja y una lección de cómo ser románticos y divertidos sin ser pegajosos y sentimentaloides.

 Este vigésimo segundo episodio de la quinta temporada de Castle pone a la detective sobre una bomba sin poder moverse. Rick demuestra por qué le queremos y lo adorable que es al quedarse con Kate y chincharla para que no piense en la situación en la que se encuentran.

Los guionistas de ‘Castle’ aprovechan el escenario para repasar la relación entre Beckett y Castle a lo largo de los años. Se permiten hacer bromas sobre los cortes de pelo de la detective, los flirteos de uno y otro, o su imposibilidad de no tocarse en clips divertidísimos.

El episodio maneja muy bien el equilibrio entre drama y humor, por supuesto el drama viene de la trama de la bomba y el humor de la forma tan Castle de distraer a Kate. Sabemos que al final van a salir, que van a salvar a Beckett pero está muy bien llevada la intriga, poniendo el corazón del espectador en un puño.

Además el episodio tiene puntos muy buenos como el del final de la capitana Gates. Los clips son un recopilatorio de las mejores escenas entre Castle y Beckett, y parece que los escritores de la serie se han pasado por Internet para ver los gifs de los fans y los han puesto en el episodio. Grandioso.

Lo mejor del episodio, y aquí debo indicar que al contrario que en el anterior (que supuestamente era el que venía después de este) es que los personajes son los personajes que hemos visto durante estos cinco años. Sus salidas, sus reacciones son acordes, son ellos, cosa que no pasó en “The Squab and the Quail”,  episodio en el que ni Castle ni Beckett parecían ellos.

Está claro que la relación va a ser un punto importante en el final de temporada de Castle y quiero esperar a los dos últimos episodios para comentarla, aún así ese cambio de actitud tan repentino no me acaba de encajar, los personajes cambian completamente de un episodio a otro, crean un problema de la nada.  No puedes hablar de lo buena, adorable, tierna y magnífica que es una relación en un episodio y en el siguiente insinuar que tienen unos problemas muy gordos y sugerir que van a romper.

Aún así, lo dicho, habrá que esperar al final de temporada para juzgar y poder opinar con todas las cartas sobre la mesa.