Cuando cancelaron ‘Kings’ me quedé huérfana. Tenía uno de los mejores pilotos de la televisión. ‘Kings’ partía de la idea de contar la Biblia en el tiempo presente pero en un país inventado con toda su complejidad, actualizando los elementos del Antiguo Testamento – aunque igual en este caso sería más correcto decir la Toráh, supongo – de manera emocionante y hasta progresista.
No me imagino a nadie que no llore a mares- océanos y océanos de lágrimas- cuando la historia bíblica del pastor que vence con la onda al gigante y le corta la cabeza, se convierte en la historia del capitán israelí que ofrece una bandera blanca y un discurso honesto a cambio de una paz duradera. Épico, simbólico y maravilloso. ¡Ay, ‘Kings’, que lejos hubieras llegado en otra cadena que no fuese la NBC!
Qué significativa y qué gran historia es la de Saúl vista con los ojos de la política contemporánea. Donde las escrituras dicen “el espíritu de dios se alejó de él” hay una historia de corrupción política con connivencia entre la industria armamentística, las finanzas y la monarquía que se aferra al poder. Dan ganas de levantarse y aplaudir. La televisión, ese grandioso invento del demonio nos da la mejor lectura posible de aquel “alejado del camino de Dios”.
Un reparto de los que te dejan temblando de emoción en el sillón con sólo mirarlo: Ian MacShane , Christopher Egan, Sebastian Stan… Todos increíbles.
Una serie que duró mucho menos de lo que debería durar. Que fue grandiosa cuidando las pequeñas cosas hasta hacerlas gigantes. Que utilizó los silencios donde otras series hablaban a grites. ‘Kings’ era la elegancia pura hecha serie.
Y, por supuesto, la frase.
“Entonces comprendí que el espíritu humano puede tomar cenizas y convertirlas en helado”.
[…] otros que Bryan Fuller- que nos ha regalado joyas como Pushing Daisies o Hannibal- y Michael Green- responsable de esa maravilla que fue Kings-. El primero creará y el segundo tomará las funciones de showrunner. La cadena ya está buscando […]