Análisis: Fifa 14 (Xbox 360, PS3)

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El que en la nueva edición del simulador futbolístico del momento se aprecian muy poco los cambios respecto a Fifa 13 es algo que vamos a oír mucho en las próximas semanas por parte de la prensa especializada y los jugadores. Sin embargo, esto no es ni mucho menos la impresión que nos ha dejado el juego de EA para la presente temporada. Es cierto que, estando ya a un altísimo nivel y habiendo llegado al techo técnico de las consolas actuales, es muy difícil lograr una evolución significativa en los diferentes aspectos del juego, pero a decir verdad, tampoco lo necesita y además se nota y mucho el esfuerzo que han puesto sus desarrolladores en aplicar importantes mejoras, pulir aquello que peor funcionaba de la franquicia y rediseñar elementos como la interfaz para que no tengamos la sensación de estar adquiriendo un producto reciclado año tras año. Es muy de agradecer y aquellos que juegan habitualmente lo apreciarán nada más introducir el disco.

Nos encontramos ante un sistema de juego que ha sufrido modificaciones, empezando por el hecho de que cada vez encontramos menos automatismos en todas y cada una de las facetas del jugo. El balón ya no parece pegado al pie del jugador, sino que su control está sujeto a muchas más imprecisiones en función de la fuerza en la que se reciba la pelota o el movimiento que realice el jugador en la propia jugada. De hecho esos giros de 190 grados que antes nos servían para romper la cintura al defensor y encarar a puerta ya no estarán al alcance de todos.

Es mucho más fácil perder el esférico y esto puede ser utilizado por el contrario para robar la pelota e iniciar un contraataque o cortar una jugada de peligro, lo cual hace que los partidos sean mucho más impredecible que antes. Incluso a veces pueden darse algunos minutos algo caóticos en el centro del campo y que entorpecen el ritmo del partido notablemente. No cabe duda de que en este sentido la experiencia de juego es ahora más realista sí, algo que desde hace años se viene persiguiendo. Sin embargo puede que estos cambios no gusten a todo el mundo, más que nada porque el partido se siente más pausado y para muchos esto reste intensidad a sus duelos.

La defensa ha ganado enteros y ahora se cierran mucho mejor que antes, cubren huecos y siguen la jugada con más determinación, evitando esas fórmulas mágicas de muchos jugadores para marcar el mismo gol una y otra vez y el abuso de los tiros desde fuera del área. Las carreras infinitas por la banda ya no serán tan comunes y solo los futbolistas más indicados podrán realizarlas de la mejor manera, aunque también es cierto que, a la hora de centrar, los delanteros serán menos estáticos y se las ingeniarán para luchar por ganarle la posición al defensor y conseguir rematar.

La física del balón ha gustado mucho, reacciona muy bien y los tiros se sienten de manera muy realista en función a cómo se ejecuten. Como único pero, en los pases largos ya sean a ras de suelo o elevados tiene un punto de pesadez que podría haberse pulido.

Donde se ha realizado un gran trabajo es en las animaciones de los jugadores. Se nota cuando se inicia la carrera, mucho más suave, en las estiradas de los porteros y en los despejes de la defensa, especialmente en aquellos de gran fiereza o a la desesperada. Por fin tenemos la posibilidad de realizar los saques de banda de manera muy rápida para continuar con la jugada o sorprender al equipo contrario, y a la hora de ejercer presión para arrebatar el balón los jugadores levantarán los brazos para indicar que no están cometiendo falta con gran naturalidad.

fifa-14-201382017327_1Se experimenta un importante cambio en las filigranas, ahora más intuitivas gracias a que se ha eliminado la pulsación del gatillo para que se realicen directamente moviendo el stick izquierdo. El motivo es que dicho gatillo ha sido asignado a la opción de proteger el balón, un punto importante en Fifa 14 especialmente en el juego en corto y que se adapta muy bien al sistema de colisiones entre jugadores, que poco a poco ha ido solventando de manera más que satisfactoria los problemas de los que adolecía en Fifa 12 y que ya son historia. Otras acciones como el autopase son algo más exigentes, necesitando de un doble movimiento del stick para realizarse en el momento oportuno.

Las celebraciones de los goles siguen presentes con nuevos añadidos, aunque en definitiva aquellos elementos ya vistos que influyen en la manera de sumergirnos en el partido se han mantenido. Por lo demás, mencionar la mejora de las repeticiones en la retransmisión, que ahora recogen mejor los grandes momentos del partido y nos indican el protagonista de la acción y el minuto en el que se llevó a cabo, y la persistencia de esa exasperante sensación de que cuando competimos contra la máquina la perfección en su juego no está bien equilibrada especialmente en los niveles altos, en los que además jugadores de equipos humildes no tienen ningún reparo en abusar de las filigranas en la frontal buscando un ángulo de tiro.

A nivel gráfico es donde el juego se muestra más estancado, sin que eso signifique que sea malo, aunque desde luego ha perdido capacidad de sorpresa. El modelado de los jugadores y los estadios sigue estando por encima de la competencia, e incluso se han implementado mejoras en el público, cada vez más nítido y que se mueve de manera más aleatoria pese a que sigue siendo bastante sencillo. Sí le pediríamos más detalle en el terreno de juego, donde tenemos la impresión de que todo está demasiado impoluto. El césped es un verdadero tapiz y los efectos climatológicos podrían dar más de sí y afectar en mayor medida a los jugadores según avance el partido.

En cuanto a licencias, el juego de EA sigue siendo el rey, con nuevos estadios e incorporando nuevos equipos y algunas ligas sudamericanas como son las de Colombia, Argentina y Chile para engrosar más su amplia lista. Los rostros de los jugadores han sido reproducidos con más mimo que nunca, y también con más acierto puesto que el parecido cada vez es mayor. De hecho, los grandes clubes de Europa cuentan con una fiel reproducción de sus efectivos incluso en el caso de los suplentes, los cuales en otras ocasiones han adolecido de una edición estándar que contrastaba demasiado con el detalle de las estrellas.

Llama mucho la atención, eso sí, que por primera vez en varios años no gocemos de una actualización de las plantillas completa tras el cierre de mercado, y sorprende ver, por poner un ejemplo, que en el Real Madrid todavía se encuentran en el equipo Kaká, Özil y Cheryshev, faltando además la incorporación de Gareth Bale, sin duda el fichaje más mediático del verano, lo que nos obligará a pasarnos unos minutos en el editor nada más comenzar el juego. Sin embargo, otros jugadores como el camerunés Samuel Eto’o sí que aparecen en el Chelsea, al menos en la versión que hemos utilizado para el análisis de Xbox 360.

El apartado sonoro sigue siendo marca de la casa, con una excelente banda sonora de lo más variada, y unos efectos de sonido en los partidos muy destacables tanto en el ambiente como en el balón, que han sido ligeramente mejorados por ejemplo a la hora de chocar contra los postes. Los comentarios siguen estando a cargo de Manolo Lama y Paco González, además del reportero a pie de campo que ahora tiene algo más de presencia. Sin embargo, se ha vuelto a la tendencia que ya vimos en el contenido descargable de Fifa 12 con motivo de la Eurocopa en el que las nuevas líneas de diálogo se repiten hasta la saciedad por encima del resto, algo que llega a ser muy molesto si estás jugando un campeonato con el mismo equipo y te están contando la misma anécdota al comienzo de todos los partidos.

fifa-14-201382017327_8En modos de juego, Fifa 14 sigue ofreciendo diversión para muchos meses, tanto en el online como jugando offline. Destacaremos como principal novedad la posibilidad de utilizar jugadores legendarios en el Ultimate Team y además que se vuelve a apostar por los juegos de habilidad que tan buen sabor de boca nos dejaron la pasada edición. Ahora hay más y han evolucionado hasta recordarnos a los de la saga Virtua Tennis aunque sin el sentido del humor de aquellos. Centrar para derribar botellas sostenidas en cajas de cartón o disparar a puerta evitando una barrera móvil es una buena forma de entrenarse y pasarlo bien más allá de los partidillos y el modo libre, que no se abrirá automáticamente al iniciar el juego como en pasadas ocasiones.

El modo carrera viene marcado por el rediseño prácticamente completo de la interfaz, que ahora sustituye los desplegables por ventanas muy al estilo del menú de Xbox 360. Al principio es cierto que puede costar tiempo habituarse, pero también es mucho más visual y podremos realizar acciones de manera más rápida como ir directamente al próximo partido a disputar o guardar la partida, que ahora se abre dando un simple botón.

Se ha puesto especial atención a la posibilidad de montar nuestra propia red de ojeadores a nivel mundial y para descubrir nuevos talentos del filial. Además de fichar a profesionales para que realicen estas tareas les podremos pedir informes más detallados de los jugadores y filtrar su búsqueda en función de aquellas aptitudes que realmente nos vendrían bien para reforzar nuestra plantilla. Y si tenemos dificultades con los contratos, siempre podremos pedir fondos adicionales a la directiva.

Este nuevo Fifa ha convencido, sigue mejorando aspectos del juego pese a que las actuales plataformas tienen cada vez menos margen para que la fórmula evolucione y cuando lo más fácil hubiese sido centrarse en la versión de nueva generación que saldrá al mercado en un par de meses. Es fiel al rumbo que ha de seguir la franquicia y a la vez deja claros aquellos aspectos que deberán explotar en un futuro para lograr la excelencia en cuanto a simulación y entretenimiento. Mientras, un año más, es el referente futbolístico y la opción más recomendable del mercado.

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