Vuelve Castle después del parón navideño para ponernos el corazón en un puño.
Me asombra la calidad de los guiones de Castle. Su capacidad para hacerte dudar y llevarte por donde quieren sin tener que engañarte. ‘Under Fire’, úndecimo episodio de esta sexta temporada, es un claro ejemplo y lo comentamos detrás del salto. ¡Aviso Spoilers!
Los guionistas de ‘Castle’ saben que el espectador conoce el juego y lo utilizan. Por eso cuando Espóito y Ryan están atrapados en el edificio en llamas Castle y Beckett tardan en saber que siguen vivos. Cuando Ryan consigue ponerse en contacto con Jenny le propone los nombres de Javi o Sarah Grace por si no sale y no puede estar con ellos. Y por eso Esposito queda inconsciente antes que Kevin.
Es probable que el espectador se haya imaginado quién es el pirómano a lo largo del episodio, pero el caso es solo la trama secundaria. Porque Jenny está a punto de dar a luz y eso significa que algo malo va a pasar.
Esperas durante todo el episodio que ocurra, y cuando el edificio explota con Kevin y Javi dentro, no te lo puedes creer, no pueden estar muertos Pero no contestan. Y tienes el corazón en un puño. Ahí está Lanie calmando a Jenny, porque encima ha empezado a tener contracciones, pero es que Javi también está ahí dentro.
Castle, Beckett, Gates haciendo lo que pueden por encontrar al pirómano, porque esa era su guarida, porque tiene que haber una forma de salir de ahí, y necesitan saberlo ya, antes de que Ryan y Espósito se queden sin oxígeno y se quemen. Y tú, mientras lo ves, te comes las uñas, y rezas y piensas mil teorías, porque si Ryan ha decidido en un minuto lo que no han decidido en nueve meses y está pidiendo perdón por no estar ahí significa que va a morir, porque si el hijo de Ryan acaba llamándose Javi significará que Espósito ha muerto. Y tú no quieres que pase nada de eso. Lo que quieres que pase es que la hija se llame Sarah Grace y ambos vivan. Sabes que es lo que va a pasar, tiene que ser así. Pero el tiempo está corriendo y solo puedes pensar en lo peor. Así que cuando salen los dos hombres y oyes a un bebé llorar, no sabes si estás riendo o llorando pero desde luego un suspiro de alivio has soltado.
Y esa es la gran cualidad de esta serie. Castle conoce bien a los espectadores, conoce bien los géneros, el ritmo, la psicología, la narrativa. En definitiva hacer buena televisión.
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