Creada por Alfonso Cuarón, la serie sigue a un fugitivo y una niña con habilidades especiales
Believe, como en su momento ‘Touch’, parte con un handicap. Y es que es una serie esperanzadora y positiva. Lo que se lleva ahora es el escepticismo por lo que, probablemente, desde el principio estaba condenada.
Lo cual es una lástima porque, tal vez sea un poco inocente, pero demuestra que para luchar no hace falta usa la violencia. Se pueden utilizar otros métodos alternativos más originales y creativos.
‘Believe’ reconforta. Ver a un hombre canalla como Tate cuidar de una niña inocente pero segura y con personalidad enternece. La niña no es cursi ni pesada, ni Tate un el típico antihéroe. La química de los protagonistas es increíble. A ellos les acompañan dos actorazos de la talla de Delroy Lindo y Kyle McLachlan.
Las tramas recuerdan a la ya mencionada ‘Touch’: mientras Tate y Bo huyen de la persecución del doctor Skouras (Kyle McLachlan) ayudan a extraños con los poderes sobrenaturales de la niña. Sencilla pero efectista.
En una época en la que se lleva todo lo contrario se agradece ver una serie en la que los protagonistas son buenos, con sus delitos y faltas, pero buenos. Que se mueven por principios morales y que inspiran. Es un respiro y, quizá, el inicio de un cambio de mentalidad en las series. Quizá se esté volviendo a hacer series optimistas cosa que aplaudimos y apoyamos aunque no lo hagan las cadenas, de momento.