Es curioso que, de todos los anuncios que se han realizado en la Gamescom, incluyendo un buen puñado de juegos para las distintas plataformas y que darán mucho que hablar en los próximos meses, haya sido el anuncio de la exclusividad del nuevo Tomb Raider por parte de Microsoft lo que más ha conmocionado a los gamers. Esto dice mucho sobre la popularidad de la franquicia y el tamaño de la comunidad que mes a mes sigue con detalle todo lo concerniente al universo de Lara Croft, la cual regresó rejuvenecida -en todos los sentidos- en 2013 con un reinicio de la saga que dejó más que satisfechos a crítica y público.
De modo que no es de extrañar que cuando se desveló que su continuación, Rise of the Tomb Raider, se lanzaría las navidades de 2015 solo para Xbox One y Xbox 360 no es de extrañar que a más de uno, entre los que me encuentro, les diera un vuelco el corazón. En realidad no se puede negar que es una jugada maestra -y carísima- para una compañía que se ha desprendido de la gran mayoría de los estudios propios y que en algo más de un año deberán hacer frente a Sony y su Uncharted 4, otro de los juegos de aventuras del momento y que promete ser el no va más, especialmente teniendo en cuenta que Naughty Dog trabaja duro para por fin empezar a exprimir el potencial de PS4. Entonces… ¿qué ocurrirá? ¿Se quedarán los poseedores de una PlayStation sin poder disfrutar de las aventuras de Lara?
El caso es que a nadie le entra en la cabeza que a Square Enix, que siempre ha mantenido una política multiplataforma para poder dar salida al mayor número de copias posibles de sus juegos estrella (de hecho, en su vertiente nipona han mimado más a PlayStation que a Xbox por motivos obvios), deje fuera a las plataformas de Sony y al PC de una de sus marcas estrella. Y más si recordamos que tras el desarrollo de Tomb Raider reconocieron que, dado el abultado presupuesto de semejante superproducción, unos 100 millones de dólares, debían vender entre 5 y 10 millones de copias para que la inversión resultara rentable. Fue sin duda uno de los principales motivos que les llevaron a lanzar a principios de este año la edición definitiva de Tomb Raider para la nueva generación, que cosas de la vida vendió estupendamente bien y con gran celeridad, especialmente… en PS4.
En fin, que ante la avalancha de preguntas acerca de este tema, Phil Spencer, jefe de Xbox, ha tenido que saltar a la palestra para admitir que ellos, más allá del apoyo financiero que ya comentaron desde la propia Square Enix, no han comprado la marca y que la exclusividad será efectivamente temporal. Es decir, que Microsoft se asegura de que las ventas del juego para la temporada navideña vayan directas a su plataforma, para que meses más tarde, probablemente en 2016, sus propietarios hagan lo que quieran con el juego. ¿Dejarán pasar la oportunidad de seguir exprimiendo la gallina? No lo creemos…
Más valdría ser claros y, si desde Microsoft han querido calmar los ánimos, sus propios desarrolladores bien podrían aclarar mejor sus planes de futuro con su producto estrella. Algo similar pasa con Ubisoft y su nuevo Assassin’s Creed. Bajo el nombre de Rogue, la compañía pretender lanzar este juego de la franquicia para Xbox 360 y PS3 unas semanas después de Unity, éste sí exclusivo para la nueva generación. En principio la explicación parece acertada, lanzar un juego hecho para las consolas más veteranas para aquellos que todavía no han dado el salto a PS4 y Xbox One. Resulta de agradecer, sobre todo teniendo en cuenta que si llegan a apostar por un port de Unity con severos recortes a nivel técnico seguramente no acabaría siendo una experiencia de juego adecuada para aquellos que lo adquiriesen.
Así, ante la buena recepción de Assassin’s Creed IV: Black Flag, Ubisoft ha querido volver a apostar por la fórmula marítima que han bien han acabado de refinar tras el experimiento de Assassin’s Creed III y posteriormente con las aventuras de Edward Kenway. Ellos encantados, por supuesto. Y nosotros también. A mi modo de ver, las herramientas que utilizaron en Black Flag serán prácticamente las mismas que para Rogue, por lo que el diseño del juego no les presentará demasiadas dificultades. Además, la ambientación en el Atlántico norte y las colonias americanas sigue siendo atractiva a más no poder, el poder controlar a un templario a la caza de los asesinos siempre es un enfoque intrigante y el que la historia sirva de puente entre Black Flag y ACIII, recuperando personajes Haytham Kenway -curioso el interés de los fans por este villano y la indiferencia hacia Connor– gustará a los que hayan seguido con esmero los últimos títulos de la saga.
Ahora, ¿es recomendable para un poseedor de algunas de las consolas next gen hacerse con este juego de inmediato? No nos engañan, sabemos que es cuestión de meses que Assassin’s Creed Rogue tenga una versión mejorada que corra al menos en PS4 y Xbox One. Ya lo hicieron -aunque no tan bien como desearíamos- con AC Liberation, y apostamos que no tardarán mucho en confesar que este nuevo capítulo también podrá adquirirse por aquellos que estén a la última. ¿Por qué no ser claros? Una vez más, por potenciar las ventas del título estas navidades, pero es que a estas alturas… ¿de verdad tenemos que seguir especulando con lo obvio?
Sean claros. Sean honestos. No cuesta nada hacer las cosas bien desde el principio y evitar que sus fans tengan la impresión de que se les ha faltado al respeto. Ya son muchos años comprando estos títulos sin faltar a la cita, y todavía queremos muchos más.
venga hombre si hasta assassins creed pirates (juego para android) lo han puesto en pc, Ubitimo con los fans no te quedas, ve preparando los sacos negros de basura porque se avecina una oleada de devoluciones, si quereis a los fans downgradear el unity y metedlo para old gen, total seguro que le restareis graficos cuando lo saqueis, eso de que tiene mucho dato es un timo para que compremos las consolas, si ls nuevos juegos no se pudieran tener en old gen como esque MGS5 con grafica espectacular si lo tenemos mas sabiendo que konami exprime al maximo el potencial de la consola?