¿Se ha acabado el ciclo de Xbox 360 y PS3?

PS3 Xbox 360

Aunque es de suponer que una consola queda automáticamente obsoleta tras la llegada de su sucesora, si algo nos enseñó la pasada generación es que en esta industria hasta las máquinas más veteranas pueden seguir dando guerra. Obviamente la razón fundamental es que después de una década de ventas y pese a la expectación que pueda generar su relevo, siendo realistas hay muchas más Xbox 360 y PS3 en los hogares de todo el mundo que Xbox One y PS4 tras algo más de un año en el mercado, lo cual se traduce en mayores ventas de juegos para las primeras.

El primer año de vida de las nuevas sobremesa de Sony y Microsoft ha sido buena prueba de que, dada la enorme inversión que los estudios destinan a sus principales proyectos, éstos suelen salir al mercado siempre que la tecnología lo permita en versión multiplataforma, con el fin de que las ventas globales justifiquen el coste de desarrollo. Ocurrió con Metal Gear Solid V: Ground Zeroes, Battlefield 4, Call of Duty Ghosts y Assassin’s Creed IV: Black Flag entre otros, y posteriormente con la puesta a punto de Tomb Raider o Grand Theft Auto V para la next gen. Sin embargo, ¿hasta cuándo se puede estirar el chicle antes de que se rompa?

Aunque es cierto que los lanzamientos multiplataforma generalmente benefician a la comunidad de jugadores en general, ya que más gente tiene acceso a un determinado título independientemente de la plataforma que posea, muchos han sido los debates entre aquellos que se apresuraron a adquirir Xbox One y PS4. Pese a que existen títulos exclusivos como Ryse, Killzone: Shadow Fall o inFamous: Second Son que se permitieron mostrar las bondades gráficas de los juegos del futuro, no cabe duda que el hecho de producir un juego pensando en que sea equilibrado para ambas generaciones compromete bastante el alcanzar el techo tecnológico de las nuevas consolas, que simplemente gozan de mejores efectos y un mayor rendimiento respecto a las más veteranas y no de un verdadero salto a todos los niveles.

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Pues bien, esta semana Avalanche ha anunciado que su juego basado en la franquicia de Mad Max, que ya fue retrasado hace meses y que fue presentado como multiplataforma, no saldrá finalmente en Xbox 360 y PS3, ya que siendo un juego de mundo abierto y luciendo unos gráficos a la última no han querido lastrar las versiones de las consolas más modernas con las limitaciones de las más veteranas. Aunque es algo lógico, resulta curioso que hace unos meses se produjera un comunicado casi idéntico pero con otro juego como protagonista, Dying Light.

La historia se ha repetido con las mismas pautas: ambos estaban previstos para Xbox 360, PS3, Xbox One, PS4 y PC, los dos hacían gala de un importante componente sandbox y su lanzamiento ha sufrido algún que otro retraso. Por tanto, la pregunta es la siguiente: ¿comienza a haber problemas en el desarrollo de juegos siendo complicado que corran en la pasada generación o ha llegado el momento en el que a las distribuidoras les merece más la pena que sus juegos sean exclusivos para las nuevas plataformas?

Hay un antecedente más que puede ser un claro indicativo de lo que está sucediendo: la salida al mercado de Tierra Media: Sombras de Mordor. Mientras que el juego de Monolith Studios llegó a PS4 y Xbox One a principios del pasado mes de octubre, sus versiones para Xbox 360 y PS3 sufrieron un retraso de casi dos meses, ya que según sus responsables necesitaban más tiempo para pulirlas. Una vez en las tiendas, dichas versiones no dejaron del todo satisfechos a los usuarios, entre otras cosas porque sus desarrolladores no pudieron ocultar que habían tenido que hacer importantes recortes en distintas áreas.

Fuente: Digital Foundry
Fuente: Digital Foundry

¿Y si ahora os digo que Mad Max, Dying Light y Sombras de Mordor llevan en mayor o menor medida el sello de Warner Bros. Interactive en sus carátulas?

Algo ha cambiado en los últimos meses. Aunque compañías como Activision optan por utilizar estudios satélite para trabajar paralelamente en las versiones para PS3 y Xbox 360 de juegos que se crean principalmente para PS4, Xbox One y PC como por ejemplo Call of Duty: Advanced Warfare, es evidente que cada vez es más complicado reproducir un juego en formato multiplataforma. Es por ello que los estudios se están planteando más frecuentemente concentrar sus esfuerzos en los sistemas más potentes y no exponerse a críticas negativas por parte de prensa y usuarios ya sea porque su juego no se ve al cien por cien o simplemente porque no está a la altura en las antiguas consolas.

La reflexión está clara. Ante las últimas cancelaciones y la escasa producción para Xbox 360 y PS3… ¿estamos ante su punto y final?

En mi opinión, el 2015 se ve como un año decisivo para el relevo generacional. Casi con total seguridad, la mayoría de pesos pesados que están por venir van a centrarse en la nueva generación, dejando a aquellos que todavía no se han actualizado con los dientes largos. Es algo que se traduce como positivo para los estudios, para las distribuidoras y para gran parte de los jugadores, aunque no significa que mañana podamos guardar nuestra vieja Xbox o PlayStation en una caja y en lo más profundo del armario. Ambas nos han proporcionado muchísimas horas de diversión durante muchos años y se han hecho con un catálogo repleto de verdaderas joyas, algunas de las cuales muchos no habrán descubierto. Ni No Kuni, Portal 2, Catherine… son juegos que merece la pena disfrutar y que ahora se encuentran muy asequibles en las tiendas.

Además, en los próximos meses se avecinan juegos indie de gran calidad, por lo que el catálogo digital se va a ampliar notablemente, por no hablar de que las grandes franquicias no van a perder de vista un segmento de mercado todavía atractivo. Se espera que sellos como Fifa, Disney Infinity o LEGO lancen sus nuevas ediciones para todas las plataformas, las cuales seguirán sacando partido a multijugadores tan exitosos como los de Destiny, Titanfall, Minecraft, Battlefield o Call of Duty.

Sí, hay motivos para seguir luciéndolas en el salón.

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