La quinta temporada de la ficción de AMC llegó a su conclusión, pero su último episodio nos dejó algunos de los puntos que se desarrollarán en la próxima tanda de capítulos. Veamos qué nos aguarda paso por paso.

La hora más oscura de los supervivientes

Los acontecimientos vividos durante la segunda mitad de la quinta temporada de The Walking Dead han sido tan controvertidos como sorprendentes. Que el tono de la serie se ha tornado mucho más extremo es ya un hecho, siendo el propio líder del grupo quien ha contribuido a la radicalización de todos y cada uno de los juicios de valor que se han ido sucediendo durante los últimos capítulos.

La muerte de Beth supuso un antes y un después para Rick Grimes y los suyos. Ganarse su confianza si eres alguien ajeno es una labor casi imposible, aunque lo cierto es que nadie puede culparles después de las tragedias que han vivido desde el comienzo de la infección. Sin embargo, cuando el ex agente de la ley desveló con rotundidad sus intenciones de tomar por la fuerza Alexandria si su modo de hacer las cosas comprometía su seguridad no hizo más que desvelar la cara más oscura del personaje.

El percance con Pete, el marido maltratador de Jessie, fue otro duro shock para el espectador en especial cuando Rick propuso acabar con su vida a sangre fría. Eliminar cualquier factor de insurgencia en el colectivo no es un concepto nuevo en la serie, de hecho recuerda peligrosamente a la forma de hacer las cosas de El Gobernador, una figura hasta ahora antagónica y a la que nuestro protagonista parece tender cada vez más.

Por supuesto que la situación sea cada vez más insostenible y que cada nuevo paso genere debate entre los supervivientes no significa que haya verdadera distensión en el grupo. Carol sigue siendo el principal refuerzo de Grimes y Michonne puede que sea la persona que mejor le comprende de todos. Han pasado por demasiadas cosas como para volver la espalda al que siempre ha sido su principal valedor.

Una nueva verdad en el paraíso

“Hazlo”… una sola palabra sirvió para que Deanna tirara por tierra los valores gubernativos de los que había hecho gala desde la llegada del grupo a Alexandria en pos de dar rienda suelta a su rabia tras la muerte de su marido a manos de Pete, de inmediato ajusticiado por Rick. Irónicamente, unos minutos antes se decidía el posible exilio de aquel que actuó como verdugo, cuya cordura había quedado en entredicho.

¿Cómo reaccionará Deanna en los próximos capítulos? Fue ella quien trajo a Rick y a los suyos ante la necesidad de blindar la comunidad con unos buenos perros guardianes. Animales quizá, al menos para ojos civilizados, pero conscientes de la brutalidad que se extiende fuera de los muros de la ciudad y un mal menor si garantiza la conservación del lugar.

Tras dos tragedias personales en muy poco tiempo, la búsqueda de venganza de la gobernante es cuanto menos comprensible, sin embargo no estamos seguros si su espíritu se ha quebrado definitivamente o si todavía no está dispuesta a ceder el control total a los recién llegados. El tiempo suaviza las cosas, y puede que llegue a replantease su decisión más irracional hasta la fecha y sus consecuencias.

Un recién llegado del que sabemos muy poco

Sí, Morgan Jones es un viejo conocido de los espectadores, casi tanto como el propio Rick. Sin embargo, ¿realmente conocemos a este nuevo visitante de Alexandria?

Un año antes pudimos darnos cuenta de que ya nada queda de aquel padre obsesionado por mantener a salvo a su hijo. La pérdida de su familia acabó por desquiciarle hasta el punto de que al reencontrarse con su viejo amigo en su hacienda fortificada se comportó más como un enemigo que como un aliado.

El personaje de nuevo ha dado un giro importante. Se ha convertido en un nómada de carácter pacificador que, por alguna razón, ha decidido volver a cruzar su camino con el de Grimes. Claro que, ¿sigue siendo el hombre que conoció hace tanto tiempo?

“El mundo necesita a Rick Grimes”, leyó en aquel mapa que le guió hasta allí, puede que buscando algo de redención o simplemente una cara amiga. Pero su llegada coincidió con el asesinato de Pete, y su rostro al ver quién sujetaba el arma mostró un profundo desengaño. Si su sendero ya no es el de la violencia, puede que el reencuentro no sea tan favorable como cabría esperar.

Enemigo a las puertas

Los “Lobos” acechan. Más que nunca. Y aunque todavía no conocemos demasiado de este grupo tan salvaje más allá de que asaltan viajeros para arrebatarles sus pertenencias y que mutilan caminantes como muestra de sadismo, está claro que les volveremos a ver. De hecho, ya saben que Alexandria existe, por lo que sería raro que dejasen pasar semejante premio.

Por ahora sabemos que son dos, aunque podría haber más. Sin embargo, lo que sí abunda en los bosques cercanos son zombies, que siguen siendo una amenaza a tener en cuenta. Es más, según han declarado los propios guionistas, volverán a cobrar más protagonismo después de algunas temporadas en las que han sido los humanos los que han dado mayores quebraderos de cabeza a los protagonistas. Al fin y al cabo, ellos son las estrellas del show.

Muchos cabos sueltos

Un sacerdote con una crisis de fe que se está volviendo cada vez más peligroso y que no ha dudado en apuñalar por la espalda a aquellos que le salvaron. Su tormento ha llegado a tal punto que incluso quiso forzar su propia muerte a manos de sus compañeros como medio de evadirse de un mundo que le sobrepasa y en el que carga con sus propios pecados.

Tampoco lo está pasando mejor la propia Sasha, que no encuentra motivos para seguir adelante tras la muerte de Bob y su hermano. Deberá decidir y pronto cómo quiere reconducir su furia, pues The Walking Dead no perdona a aquellos que se rinden.

Rick, por su parte, tendrá la oportunidad de afianzar su relación con Jessie, aunque la reacción de ella frente a aquel que metió una bala en la cabeza a su marido no está clara. ¿Lo considerará su liberador frente al maltrato al que era sometida o verá a un asesino cada vez que le mire a los ojos?

Por último, la fricción entre Glenn y Nicholas podría no haber acabado. Ya van dos veces que el joven perdona la vida a su enemigo, pese a que intentó matarle e incluso incriminarle tras la muerte de Aiden y Noah, de las cuales es directamente responsable.

La comunidad deberá estar unida ante los desafíos que se les presentarán en la próxima temporada, aunque es más que probable que al nuevo gobierno le salga más de un detractor. Lo comprobaremos en octubre de 2015.