Serie: Juego de Tronos (Game of Thrones)

Nombre: Sansa Stark

Especie: Humana

Interpretado por: Sophie Turner

Cita: “No es un lugar extraño. Es mi hogar. Es la gente la que es extraña”.

Hablemos de Sansa Stark. Mucho se ha criticado a la hija mayor de los Stark pero yo quiero romper una lanza a su favor, de hecho partiré por la mitad todas las lanzas que sean necesarias.

Porque al personaje de Sophie Turner se le ha acusado de ser tonto, de ser inútil y de ser el menos valiente de todos los lobos de Invernalia. Y simplemente a estas alturas de la serie ya no es cierto, Jon y Robb eran hombres y por lo tanto podían coger una espada y el primero luchar en el muro y el segundo intentar vengar a su familia; Arya ha encontrado apoyos externos de una forma u otra (Joren, Gendry, Hot Pie e incluso algún que otro hombre sin rostro), pero Sansa ha tenido que defenderse de sus abusadores sola sin más ayuda que su cortesía.

Claro que el Sansa ha llorado mucho, es una adolescente – no lo olvidemos- con suficientes razones como para llenar tres mares con lágrimas: Después de que Joffrey asesinara a su padre y la maltratase a ella tuvo que sonreír y prometerse con él porque estaba sola y rodeada de enemigos. Sobrevivió a base de sonreír a Cersei y hacer lo que los leones pedían y eso incluía casarse con Tyrion que no sólo era mucho mayor que ella si no que encima pertenece a la familia que asesinó a sus padres y su hermano mayor (que las intenciones del personaje de Dinklage fueran buenas en el fondo era lo de menos). Después Meñique, uno de los que orquestaron la destrucción de su familia, se la lleva de Desembarco del Rey sólo para recibir amenazas de muerte de Lysa, miradas pedofílicas del propio Meñique y acabar prometida a Ramsay Bolton.

Sansa es una superviviente que ha aprendido a manejarse en el Juego de Tronos a base de golpes y que aún así no ha perdido ni un ápice de bondad. Llora cuando muere Joffrey, puedes ver el dolor en su mirada cuando Ramsay exhibe a Theon delante de ella y sabes que no es sólo por sus hermanos. Sansa Stark se ha hecho dura, a la vez se ha hecho mejor persona y ha aprendido a usar la cabeza. Poco queda de la adolescente mimada que vimos en la primera temporada y a la que los Lannister llevaban por donde querían.

Porque, admitámoslo, por muy satisfactorio que hubiera sido ver a Sansa utilizar las habilidades desarrolladas por su hermana pequeña ensartando a Joffrey con una espada, eso sólo hubiera logrado que la ajusticiaran al día siguiente en la Fortaleza Roja, rebelarse contra Cersei sólo se hubiera traducido en más crueldades infligidas hacia su persona y pasar a cuchillo a todos los Bolton no es una opción, no al menos hasta que lleguen Stannis y su ejército. Así que esta inteligente joven – que probablemente sufra de un síndrome post traumático de tamaño XXL- decide hacerse una coraza de cortesía, aprender a jugar el juego de los mejores. Sana calla y observa y para cuando llega a Invernalia ya es capaz de sonreír al hombre que asesinó a su familia porque sabe que debe esperar al momento adecuado para acabar con él.

Sansa Stark es una superviviente.