Parece que la obsesión por plasmar formas fálicas ya sea en un papel o en la pantalla del ordenador no es un síndrome exclusivo del protagonista del filme Supersalidos. Y es que según declaraciones de Megan Fox, una de las desarrolladoras de este juego multijugador masivo -y que no, no tiene nada que ver con la actriz-, una de las principales razones que causaron el cierre del título fueron los costes adicionales que suponía eliminar aquellas construcciones de los usuarios que emulaban la forma de un pene.

Según sus declaraciones, existía un software que automáticamente evitaba que las piezas de LEGO adquirieran esta determinada forma, aunque los jugadores no tardaron mucho en encontrar nuevas formas de eludirlo. Así, tuvieron que destinar un amplio equipo de moderadores cuya función era revisar minuciosamente prácticamente cada una de las construcciones que se realizaban en este universo digital, lo cual resultaba una labor titánica.

De este modo, señala que uno de los mayores costes derivados de mantener el juego abierto a la comunidad era precisamente mantenerlo “libre de penes”, algo prioritario para el estudio dado que el proyecto fue concebido desde un primer momento para los niños.

Cuando finalmente los números no cuadraron (imaginamos que las obscenidades no tendrían toda la culpa de ello) LEGO Universe acabó cerrándose. Una lástima, aunque dicho sea de paso ahora cabe preguntarse qué pasará con el nuevo lanzamiento de la conocida marca de juguetes, de nombre LEGO Worlds y que aspira a convertirse en un fenómeno al estilo Minecraft. Mucho nos tememos que nuestros pequeños amiguitos volverán a asomar por este cibermundo.