Dramas, si los hay, mejor de época

outlander-starz-tv-showLo admito. Soy adicta a las series de época. Dame gente viviendo una historia dramática en un siglo que no sea el mio (o en una década que no sea la mía ya puestos) y compraré. Un día se me escapará y llamaré a alguien milord o milady y tendré que vivir con ello y dar las gracias porque no le haya hecho una reverencia con el despiste. Lo primero es reconocer el problema. Lo segundo, preguntarse ¿por qué?

Lo primero que viene a mi mente es que son una vía de escape. Puede que esto suene raro teniendo en cuenta que soñar con vivir en Los Tudor probablemente implique que acabes decapitada debido al último calentón de Enrique VIII, o que tu feminista interior no llevara nada bien el funcionamiento de los clanes en Outlander (aún no te hemos perdonado esa azotaina, Jamie Fraser), o que no sepas muy bien de dónde vienen esas 3.000 libras con las que viven cómodamente en la campiña inglesa todos los personajes de Jane Austen. Pero seamos sinceros, dime que ver a Vanessa Ives enfrentándose al mismísimo demonio con un corsé, sin pestañear y sin desmayarse por falta de aire no te inspira para poner en perspectiva el hecho de que tienes que subir a informar a tu vecino de qué son los decibelios y por qué no hay que sobrepasar determinado volumen a determinadas horas.

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Y eso sin mencionar los trajes. Si yo ahora preguntase quién está dispuesto a en el caso de las mujeres ponerse una camisola, varios pares de enaguas, un corsé bien apretadito, un vestido de varias capas de tela y un peinado que probablemente te lleve más de media hora hacer y en el caso de los hombres otras tantas capas de ropa coronadas por un maravilloso cuello almidonado y un corbatín… bueno, digamos que no tendría muchos voluntarios. Pero es ver The Scandalous Lady W e inmediatamente imaginarse con uno de esos vestidos… y todavía no hay una mujer heterosexual que haya conocido a Colin Firth de Mr Darcy y no tenga sueños húmedos… y no precisamente debido al lago.

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Entonces, ¿es una cuestión puramente estética y superficial? No. No del todo. Hay algo intrínseco al género de época y es que en cierto modo nos da más pie a sacar nuestra parte más radical. Ver Norte y Sur no es sólo la historia de amor entre Thornton y Margaret, también es sentirte completamente de parte de los trabajadores de la fábrica y poder odiar a aquellos que les explotan sin miedo a perder tu trabajo o a que te acusen de radical, porque al fin de al cabo eran otros tiempos más convulsos. O ver Juego de Tronos es creer que serías lo suficientemente inteligente para poder hacerte con el Trono de Hierro e imaginarte completamente sin escrúpulos porque en realidad es sólo es una fantasía.  Y si te va la vida en que Downton Abbey siga adelante no es sólo porque quieras vivir como los Gratham, es que no te puedes hacerte una idea de qué va a hacer Carson cuando ya no sea necesario un mayordomo y no puedes por menos que empatizar con él porque pese a la pátina de nostalgia de la serie británica… bueno, lo de quedarse sin trabajo en España lo entendemos muy bien.

Ya hemos mencionado en este blog la importancia que damos a la presencia de la mujer en la ficción televisiva y debo decir una cosa: los dramas de época son todo un caldo de cultivo para heroínas de todo tipo. Con mejor o peor fortuna, es raro que un drama de época no gire en torno a una mujer. Es cierto que en muchos casos es sólo para que se enamore del galán de turno, pero no nos engañemos en los dramas históricos hemos podido disfrutar de ver a Ana Bolena no sólo siendo una víctima de Enrique VIII sino también ayudando a instaurar el protestantismo en Reino Unido, a Isabel la Católica siendo toda una fuerza de la naturaleza y un cerebro a la hora de conseguir y mantener el poder, a Aliena  de Los pilares de la Tierra cayendo y volviéndose a levantar una y otra vez…

Así que sí. Soy adicta a las series de época. Y cualquier tiempo pasado fue mejor… en la televisión.

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