Los villanos más inolvidables de la televisión

Nuestras series de televisión favoritas no serían lo mismo si los protagonistas no tuvieran una némesis que intentara hacerles la vida imposible. estos son algunos de los más icónicos que han pasado por la pequeña pantalla.

Kilgrave (Jessica Jones)

Netflix ha demostrado con creces su maestría para crear villanos inolvidables. Al menos en el universo Marvel, el malo malísimo de Jessica Jones no sólo tiene un poder de lo más inquietante – el control mental- es que consigue que no te sientas a salvo ni siquiera cuando no aparece en pantalla.

Joffrey Baratheon, (Juego de Tronos)

El hijo mayor de Cersei Lannister se convirtió por derecho propio en uno de los personajes más odiados de Juego de tronos. No sólo era un malcriado petulante, también era un sádico que disfrutaba haciendo sufrir a los demás. A la pobre Sansa le hizo la vida imposible y Ros comprobó de primera mano su crueldad a flechazo limpio. Recibió su merecido pero ha encontrado un digno heredero en Ramsay Bolton.

Gus Fring, (Breaking Bad)

Pulcro, ordenado, carismático, con recursos y sin dejar jamás un cabo suelto.  Pocos fans de Breaking Bad podrán olvidar a Fring, el hombre que supo arrinconar a Walter White y que murió de una de las maneras más impactantes de la serie.

Moriarty, (Sherlock)

El carismático y absolutamente brillante Sherlock Holmes de Benedict Cumberbatch necesitaba un Moriarty a la altura. Andrew Scott interpreta en la serie de la BBC un villano con una inteligencia que rivaliza con la del protagonista y un carisma un tanto desquiciado que le hace imposible de olvidar.

Jack Randall, (Outlander)

Si Jack Randall, Claire Fraser y Jaime tuvieran una actualización de estado común en Facebook esta sería: “Es complicado”. Ha intentado violar a la enfermera/viajera del tiempo- no queremos ni recordar lo que le ha hecho a Jaime- es el antepasado de su marido en los años 40 y tiene una obsesión enfermiza por el protagonista que a su vez está casado con Claire en el siglo XIX. Todo un lío amoroso-temporal en el que sólo queda clara una cosa: Randall les quiere hacer mucho daño.

Wilson Fisk (Daredevil)

Cruel pero enamorado, amante del arte y capaz de aplastar la cabeza de sus enemigos con la puerta del coche sin pestañear y sobre todo con una noción muy equivocada de lo que supone salvar la ciudad. D’Onofrio ha conseguido construir para Netflix un villano enigmático, complejo y que domina cada escena en la que aparece.

Sue Sylvester, (Glee)

Sue Sylvester no ha matado a nadie, pero eso no la aleja ni un ápice de su categoría como mala de la función en Glee, aunque a veces intentasen darle un arco de redención que luego no llegaba a ningún sitio porque su odio por Will Schuester y New Directions era sin duda uno de los puntos más divertidos de la serie.

Twisty el Payaso (American Horror Story: Freak Show)

Es un payaso psicópata y asesino con un aspecto que parece salido de nuestras peores pesadillas. ¿Hace falta añadir algo más para que provoque escalofríos?

Montgomery Burns, (Los Simpson)

Pocas cosas  dan más miedo que un multimillonario sin escrúpulos dispuesto a utilizar  su dinero para hacer sufrir a los demás. El Sr. Burns  es un gran ejemplo televisivo. Es avaro, egoísta y trata de una manera horrible a sus empleados (especialmente al pobre Señor Smithers). A pesar de todo Springfield no sería lo mismo sin el amenazador “excelente” de Burns.

Ben Linus, (Lost)

Nada hacía presagiar que este hombre apacible y con gafas se convertiría en uno de los mayores villanos televisivos de los últimos años. Pero pronto nos daríamos cuenta de que ese era precisamente el quid de la cuestión con este personaje: era tan calmado e inescrutable que nunca sabías cuándo estaba mintiendo.

Sylar, (Heroes)

Antes de convertirlo en una caricatura de sí mismo Héroes creó uno de los mejores malvados televisivos que habíamos visto en mucho tiempo. Su poder era robar los de los demás … después de abrir sus cerebros. Sylar no tenía escrúpulo alguno en matar a toda aquella persona con poderes especiales que se le cruzara por delante, lo cual no sólo le hace un asesino, también un avaricioso. Al final se volvía bueno, pero siempre nos gustó más cuando dejaba libre su vena cruel.

Nina Myers, (24)

Poco antes de que comiencen los eventos que tienen lugar en 24, Jack Bauer trabaja con Nina Myers durante el día y durmiendo con ella por la noche y si algo hemos aprendido del cine y la televisión es que las relaciones personales en el trabajo casi nunca acaban bien… y menos en el tipo de trabajo del protagonista de esta serie. Al final la relación se convertía en una experiencia muy amarga, creando un complejo juego del gato y el ratón con traiciones por doquier y mucha tensión sexual. resultado: los seguidores de la serie jamás olvidarán a Nina.

Arthur Mitchell, (Dexter)

Las personas malvadas no suelen venir con un cartelito avisando y ese es el caso de Arthur Mitchell. Es el epítome de hombre respetable y de clase media hasta que te enteras de que en realidad el señor Mitchell también responde al pseudónimo de Trinity y es un asesino en serie. Un auténtico psicópata que asesina a la gente para intentar mitigar los recuerdos de asesinatos en su familia cuando era un niño.

El Fumador, (Expediente X)

Pieza clave de una organización gubernamental secreta, el Fumador se ha dedicado a esconder la existencia de aliens al mundo y por tanto a frustrar cada paso de la búsqueda de Mulder y Scully de la verdad. También dejan entrever que ha estado detrás de la muerte de Kennedy y de Martin Luther King. Un encanto, vamos.

T-Bag, (Prison Break)

En Prison Break muchos de los personajes entraban en la categoría de “mala persona” no por nada la acción tenía lugar en una prisión especialmente dura, pero entre todos ellos destacaba T-Bag, que prácticamente tenía todos los tipos de crímenes cubiertos:  agresión, robo, secuestro, asesinato y violación (incluida la de niños).

Amanda Woodward, (Melrose Place)

Durante los 90 Amanda Woodward fue la chica mala por excelencia de la televisión. Mentía, engañaba, manipulaba y hacía todo lo necesario para salirse con la suya. Y todo lo hacía con un estilismo a la última …para la época, claro. Era ambiciosa, ambiciosa y no tenía piedad con sus oponentes y los espectadores adoraban verla medrar para alcanzar la cima.

Leland Palmer, (Twin Peaks)

Leland Palmer está desde niño una entidad demoniaca llamada BOB le posee – de hecho queda implícito que le acosa-  y ese ser el que hace que Leland abuse de su propia hija y que acabe matándola. Todo un drama.

J.R. Ewing, (Dallas)

El villano televisivo  por excelencia. Mentiroso, manipulador y sin escrúpulos cuando le pegan un tiro la pregunta no era quién querría disparar al magnate si no quién no desearía hacerlo, se acababa antes: nadie.

Diana, (V)

Si a mediados de los años ochenta alguien hubiese preguntado por la malvada más sexy de la televisión, es casi seguro que la ganadora indiscutible hubiera sido Diana, la perversa comandante de los invasores extraterrestres de V

El Gobernador (The Walking Dead)

Con su característico parche en el ojo, su compostura y su mala idea, este personaje de The Walking Dead se quedó grabado en la retina de todos los fans de la serie. Ahora llega a la serie Negan, y queda por ver si puede llenar los zapatos del que ha sido hasta el momento el villano más carismático de la ficción de AMC.

Número 6, (Battlestar Galactica)

Los Cylons eran una fuerza a tener en cuenta y con pocos escrúpulos, pero entre ellos destaca número 6 . No se nos olvidará pronto como sonreía mientras mataba a aquel bebé. Además, a nadie le ha sentado tan bien un vestido rojo como a 6.

La asesina de las miniaturas, (CSI Las Vegas)

No sólo es la protagonista del mejor arco argumental que nos ha ofrecido la serie, también ha sido la única que realmente ha llegado a poner a Grissom entre la espada y la pared. Y no era tarea fácil. Badler demostró que, además de guapa, sabía perfectamente cómo encarnar a una arpía sádica y sin sentimientos asegurándose de paso un lugar en el olimpo de los personajes más icónicos de la televisión.

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