Los actores de la serie ‘The Walking Dead’ se ganan la vida matando zombies, pero también son capaces de desfilar por la alfombra roja con mucho estilo. En los diversos eventos promocionales de la serie, como el que ayer realizó Fox en Madrid, al que acudieron junto a Greg Nicotero los actores Michael Cudlitz, Josh McDermitt y Ross Marquand, hemos podido comprobar que en cuanto a estilo los componentes del reparto no tienen nada que ver con sus personajes.
A Cudlitz en estos eventos se le ve mucho menos amenazante y mucho más relajado que en el universo de The Walking Dead.
Mismo corte de pelo pero con una camisa limpia y chaqueta y el aspecto de Josh McDermitt cambia sustancialmente con respecto al de su personaje Eugene.
Todo lo que Aaron tiene de buena persona, Ross Marquand lo tiene de elegante y encantador. A las pruebas nos remitimos.
Melissa McBride muestra un aspecto mucho menos agresivo que su personaje Carol.
Sin ninguna herida en el rostro y sin cara de circunstancias pudimos ver a Steven Yeun, encargado de dar vida a Glenn.
Si la belleza de Lauren Cohan ya resalta mucho en pleno apocalipsis, imaginaros ya sin la caracterización necesaria para mostrar las duras circunstancias en las que vive su personaje, Maggie.
Norman Reedus sigue teniendo ese aspecto desaliñado que caracteriza a Daryl, pero sin ese aura de peligro que rodea al personaje.
La aguerrida Michonne tiene un aspecto mucho menos amenazante en la vida real ya como Danai Gurira.
Sin el aspecto cansado que requiere su personaje Sasha debido a las duras situaciones a las que debe enfrentarse, Sonequa Martin se revela como una mujer muy elegante.
La dura vida como superviviente en ‘The Walking Dead’ no da pie a un aspecto muy cuidado y alegre, todo lo contrario que el colorido aspecto que muestra en todas sus apariciones públicas Alanna Masterson.
Solo Christian Serratos,o lo que es lo mismo nuestra Rosita, podría parecer igual de cómoda vestida de gala en la premiere de The Walking Dead que con su práctico atuendo de superviviente.
Vivir en un mundo sin caminantes tiene sus ventajas, entre ellas que puedes ofrecer un aspecto mucho más cuidado, y exactamente eso es lo que le ocurre a Andrew Lincoln.