He visto toda la serie de Num3rs en una semana. Tal cual, es lo único que he visto en siete días. ¿Por qué? No lo sé
No podía parar de verla. Terminaba un episodio y aunque fuera tarde y al día siguiente tuviera que trabajar veía otro episodio y otro ¿Por qué no podía parar de verla? Eso no lo sé.
Quiero decir, Numb3rs no es la mejor serie. Es regular tirando a mala, ya solo la idea de la serie es para echarse a reír: un profesor que resuelve crímenes con matemáticas. Pero quería verla ¿por qué? Me había acordado de ella.
La culpa la tiene Rob Morrow, actor que interpreta al agente del FBI Don Eppes en la serie. Navegando por Instagram me había topado con el suyo. Tengo una relación de amor/odio con este hombre desde que interpretó al doctor Joel Fleischman en Doctor en Alaska; por un lado me gusta y he seguido sus trabajos, por otro lado me da cierto asco. Es como que me gusta pero no, pero sí. Es raro.
Total que se me debió quedar en el subconsciente o lo que fuera y un par de días después me sorprendí al soltar una referencia de Numb3rs. Al día siguiente me levanté pensando en la serie ¿Cómo terminaba? ¿había visto el final? ¿qué pasaba?. Había colmado el vaso, tenía que verla.
Pensé que vería un par de episodios o que haría otra cosa y se me pasaría esta pequeña obsesión por Numb3rs, pero no. Me pasé todo el día viendo un episodio tras otro, y al día siguiente igual. Me levantaba pensando en ella, estaba en el trabajo y en lo que pensaba era en volver a casa y poder ver episodios de la serie. Ahí estuve, entregada a la causa durante siete días, en los que única y exclusivamente vi Numb3rs.
Y lo peor de todo es que ni siquiera es una serie que me guste tanto como para tener esta obsesión. Recuerdo que era una serie que veía si la ponían en la tele y no había nada ¡y ya la había visto!. No sé de dónde vino esta necesidad de verla. Y tampoco la disfrutaba tanto. Llegó un momento en el que ya me empezaba a saltar las “clases” de Charlie Eppes, el matemático que ayuda al FBI a resolver crímenes. Y pensaba que sería horrible tener un amigo, hermano como este tío que cada dos por tres te está dando una lección de matemáticas por cada chorrada que dices.
Claro, como la vi a un ritmo anormal me di cuenta de muchas más cosas, como que es absurdo que los agentes del FBI lleguen a un momento en el que no puedan hacer su trabajo sin acudir al matemático. El matemático es un consultor y el equipo del FBI casi termina estando a su disposición para combatir el crimen.
No se me escaparon fallos de guión, y me pareció absurdo cuando intentan ser profundos hablando del mundo, universo, espiritualidad…Pero ahí estuve, comiéndomelo todo con gusto. A pesar de todo, la disfruté, aunque me cueste admitirlo. Y, de hecho, aún sigo viéndola. No es una serie buena, no me ofrece un conocimiento excepcional, pero la veo, porque quiero y me lo paso bien. ¿Y no es eso lo importante? Aunque sigo sin saber porque me obsesioné tanto y me sigue divirtiendo que me viera toda la serie, las seis temporadas en una semana. ¿Por qué era lo único que quería ver, dejando otras series y películas? No lo sé.
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