Es San Valentín. En un día como hoy, el amor no sólo está en el aire, sino también en nuestros monitores. A lo largo de los años han sido muchas las parejas que han inspirado aventuras inolvidables y hazañas que hubiesen sido impensables de no haber detrás un interés romántico de los que no tienen fecha de caducidad. A continuación vamos a listar las mejores que se han dado cita en el mundillo del ocio electrónico.
Mario y Peach – Super Mario Saga
Si recorrerte decenas de fortalezas esquivando trampas y derrotando enemigos empeñados en achicharrarte con bolas de fuego no es suficiente prueba de amor verdadero, pues entonces no sabemos qué tiene que hacer un héroe para demostrar su devoción a una dama. El bueno de Mario nunca se rindió hasta rescatar a su princesa, pese a que podíamos sentir su decepción cada vez que un champiñón regordete le indicaba que Peach se encontraba en otro castillo. Pero oye, aquí quien la sigue, la consigue…
Link y Zelda – The Legend of Zelda Saga
No debe de ser fácil que lleven toda la vida confundiendo tu nombre con el de tu pareja pero… qué se le va a hacer, al juego no lo llamaron The Legend of Link. En todo caso, se trata de una situación incómoda pero que fortalece los lazos de la pareja, por eso estamos seguros de que al elfo todavía le quedan muchas batallas por librar en nombre de su amada princesa.
Jefe Maestro y Cortana – Halo Saga
Sí, él es un humano genéticamente modificado para ser el soldado definitivo, y ella una inteligencia artificial fuera de serie y contectada al primero. En una época como la que nos ha tocado vivir, en la que proliferan las citas online y las relaciones a distancia, no vamos a juzgar una que carece del componente físico más convencional. Es más, ojalá todas las parejas estuvieran tan compenetradas y ambos tan dispuestos a sacrificarse el uno por el otro. Por algo fue la propia Cortana la que eligió al Spartan entre todos los de su clase.
Nathan Drake y Elena Fisher – Uncharted Saga
Estos aventureros son tal para cual, de eso no cabe duda. Nunca dudamos de que acabarían juntos, y eso que el carácter despreocupado y muy poco propenso a las ataduras del bueno de Nathan no lo puso precisamente fácil. Pese a que en la segunda entrega sus flirteos con Chloe hicieron saltar todas las alarmas, una vez el buscador de tesoros y la periodista se reencontraron el amor volvió a fluir, aunque en el proceso tuviesen que esquivar montones de balas y salir indemnes de templos con paredes muy inestables. Su última gran aparición ya la hicieron como marido y mujer.
Cloud Strife y Aeris Gainsborough – Final Fantasy VII
Las grandes historias de amor no suelen tener un final feliz, de ahí que resulten tan memorables. Fue la espada de Sephirot la que desencadenó una tragedia tan inesperada como dolorosa para toda una generación que todavía tiene clavada en el corazón la imagen de Cloud sosteniendo el cuerpo de Aeris ante la atenta mirada de su enemigo. Sin duda uno de los momentos más importantes de la historia del videojuego por su carga emotiva y el encanto de dos personajes irrepetibles.
Estar atrapados en una colosal fortaleza huyendo de las huestes de una sombría reina de turbias intenciones es una experiencia que une mucho. Si a eso le sumamos que tanto Ico como Yorda eran almas puras y gentiles, obtenemos una de las relaciones más bonitas y sinceras que hemos disfrutado en un videojuego. Una en la que no hacía falta entender una sola palabra a la hora de superar cualquier obstáculo.
Guybrush Threepwood y Elaine Marley – Monkey Island Saga
La historia entre este aprendiz de pirata y la Gobernadora de la isla Mêlée es tan cómica como la saga en la que tiene lugar. La audacia de Guybrush acabó por enamorar a una Elaine que en un principio se mostraba reticente a interesarse por alguien que aspira a la vida de los filibusteros. No es para menos, y más cuando su primer encuentro fue en su propia mansión cuando el joven intentaba robarle una estatua con el fin de superar una de las extravagantes pruebas de su iniciación. Por si fuera poco, la atractiva dama tenía otro pretendiente de lo más tenaz, el pirata fantasma LeChuck que llegó a secuestrarla tras haber sido rechazado repetidas veces. ¿Os acordáis de aquel…? “Navega conmigo y te convertiré en Reina de la Muerte” “No, no puedo. Tengo que lavarme el pelo”.
George Stobbart y Nico Collard – Broken Sword Saga
La verdad es que tenemos serias dudas sobre si su romance ha tenido verdadera continuidad con el paso de los años o si simplemente quedaban para ponerse al día cuando George visitaba la capital francesa. En todo caso, cada vez que sus caminos volvían a cruzarse surgía alguna conspiración templaria que implicaba una ardua investigación y que propiciaba que ambos recuperasen la química que creían perdida. Nosotros encantados, porque tanto uno como otro rebosaban carisma y sus diálogos resultaban de lo más ingeniosos.
Dante y Trish – Devil May Cry Saga
Hay noviazgos que son pura dinamita y luego está el de Dante y Trish. El cazador de demonios vio en esta mujer fatal su perfecta media naranja, y aunque es normal que quedase algo decepcionado tras descubrir que desde un principio había planeado traicionarle entregándole a su peor enemigo, finalmente la conexión entre ambos era tan fuerte que no dudaron en unir fuerzas para derrotar al malvado Mundus. Después de aquello decidieron hacerse socios y llevar juntos el local Devil Never Cry, aunque ya se sabe que compaginar el amor con los negocios conlleva sus riesgos…
Max Caulfield y Chloe Price – Life is Strange
Lo de Max y Chloe confirma que a veces de personalidades opuestas surgen parejas de lo más prometedoras. La primera era una persona afable pero que vivía encerrada en sí misma, temerosa de todo cuanto ocurría a su alrededor y que observaba el mundo a través del objetivo de su cámara. Su compañera en cambio era tremendamente extrovertida, con una capacidad innata de irritar a las personas y que acostumbraba hacer gala de un comportamiento temerario y un tanto irresponsable. ¿El resultado? Una perfecta comunión en la que cada una de ellas consiguió sacar lo mejor de la otra. Ahora que en los videojuegos parece que la homosexualidad ha dejado de ser un tema tabú, agradecemos encontrarnos con historias tan fascinantes como la que nos ofrece Life is Strange.