Si estáis pensando en una sesión de cine para celebrar el Día de la Mujer, estáis de suerte. Son muchas las cintas que encajan a la perfección con el espíritu de esta conmemoración y que incluyen personajes muy carismáticos que lograron alcanzar sus metas contra viento y marea. Aquí tenéis nuestra lista de recomendaciones, no olvidéis dejarnos un comentario contándonos por cuál habéis optado en vuestra sesión palomitera.
Título: Quiero ser como Beckham
Año: 2002
¿Por qué? Porque está claro que no todas las mujeres tienen que tener como ídolo aspiracional a Marie Curie o a Amelia Earhart. Si lo que te gusta es jugar al fútbol y desarrollar un guante en el pie como tenía David a la hora de meter esos centros al área que todavía son leyenda, pues que nadie te lo impida. Claro que si tienes una familia de origen indio y con tradiciones fuertemente arraigadas tal vez te resulte un poco más complicado imponerte.
Título: Armas de mujer
Año: 1988
¿Por qué? Todavía no habíamos entrado en los noventa y Melanie Griffith ya se empeñó en mostrarnos que en el mundo de los negocios la mujer también puede nadar entre tiburones y salir indemne. Ah, y como decía Harrison Ford, lograrlo sin necesidad de ir vestida como un hombre de Wall Street resulta todavía más atractivo.
Título: La teniente O’Neil
Año: 1997
¿Por qué? Menuda sorpresa nos llevamos cuando vimos a la cándida Demi Moore, aquella que retozaba entre la arcilla y a la que llovían proposiciones indecentes, luciendo músculo y con la cabeza rapada como cualquiera de los marines de su unidad. De allí no la pudo echar nadie, aunque no sería porque no lo intentaron. Aquel “¡chúpeme la polla!” dirigido a Viggo Mortensen es ya historia del cine.
Título: Mulán
Año: 1998
¿Por qué? Pues porque llegan ya los hunos y no hay más que hablar. No es que Fa Mulán fuese una patriota empeñada en defender China a toda costa, más bien una devota de su familia con el suficiente valor como para hacerse pasar por hombre, convertirse en soldado y evitar así que su anciano padre acabe alistado a la fuerza. Todos deberíamos aspirar a ser más raudos que un río bravo y tener la fuerza de un gran tifón.
Título: Sufragistas
Año: 2015
¿Por qué? Bueno, ante un título tan descriptivo no es necesario explicar de qué va la película, ¿verdad? Sería como contaros a grandes rasgos de qué va Ladrones o Los falsificadores, de modo que mejor que aprovechéis esos preciosos segundos en ir encendiendo la televisión o en acabar de leer esta lista.
Título: Thelma y Louise
Año: 1991
¿Por qué? ¿Quién no ha disfrutado alguna vez de un viaje alocado con sus amigas con las que ha logrado evadirse por unos días de la triste realidad y en el que le han ocurrido cosas de lo más inesperadas? A Susan Sarandon y a Geena Davis (¡menuda pareja!) la escapada se les acabó haciendo demasiado corta, pero nadie podrá decir que no la acabaron a su manera y sin necesidad de dar explicaciones a nadie.
Título: Las brujas de Eastwick
Año: 1987
¿Por qué? El mundo está lleno de diablillos, como Jack Nicholson, a los que a veces hace falta pararles los pies. Así lo hicieron estas tres brujas (en el buen sentido) que lograron adquirir un poder con el que tantas veces habréis fantaseado simplemente para decir basta y poner en orden su vida. Claro que muchos podrían acusarlas de ir demasiado lejos, aunque Cher siempre fue de las de all or nothing…
Título: Mujercitas
Año: 1994
¿Por qué? Porque como dijo Amy, “todas seremos mayores algún día y será mejor que sepamos lo que queremos”. Una historia de madres solteras ejemplares, hermanas mayores que son la viva imagen de la responsabilidad y jovencitas de irresistible encanto que unidas recorrerán el tormentoso camino a la madurez. Que nadie se olvide de los clásicos, que se les llama así por algo.
Título: Mary Poppins
Año: 1964
¿Por qué? Porque Mary es prácticamente perfecta, lo dice hasta su cinta métrica. Una mujer con unos rasgos y una figura envidiables, que canta maravillosamente, que hace magia cuando menos te lo esperas y sí, con mucho carácter. Le hizo falta para poner un poquito de orden en el hogar de los Banks, donde el padre era un workaholic de manual, la madre un espíritu disperso y los niños incapaces de ordenar su habitación sin la motivación adecuada.
Título: El color púrpura
Año: 1985
¿Por qué? El filme del maestro Spielberg es toda una oda a la esperanza. Una película profundamente emotiva que nos susurra que por muy mal que se pongan las cosas, al final siempre pueden mejorar.
Título: Erin Brockovich
Año: 2000
¿Por qué? Que no os despiste su escotazo y su falta de sofisticación, a la hora de trabajar duro pocas se han visto como la buena de Erin. Sus métodos no eran muy convencionales, eso es cierto, y su preparación muy discutible si tenemos en cuenta que acabó trabajando en un despacho de abogados. Pero ahí está la gracia de su historia, una que la convirtió en la heroína de toda una comunidad.
Título: Million Dollar Baby
Año: 2004
¿Por qué? Si sois capaces de derretir el frío corazón de Clint Eastwood en el rol de un entrenador de boxeo poco propenso a hacer amigos, podréis hacer cualquier cosa que os propongáis. Él no entrenaba chicas, pero la entrega, la insistencia y la sonrisa de Hilary Swank le convencieron de lo contrario. No se os olvide coger un buen paquete de pañuelos.
Título: Alien, el octavo pasajero
Año: 1979
¿Por qué? Se le llama intuición femenina por algo. Si Ellen Ripley os dice que ni en broma deberíais subir a la nave a un tipo con un alienígena de lo más desagradable pegado a la cara, mejor hacerla caso. No sólo es una superviviente como pocas otras ha habido en el cine, sino que más adelante, en la segunda parte del filme de Ridley Scott, demostraría que a la hora de echarle valor con un fusil entre las manos rezumaba casi tanta testosterona como Arnold Schwarzenegger en Commando.
Título: Te doy mis ojos
Año: 2003
¿Por qué? Icíar Bollaín llevó a la gran pantalla una problemática que desgraciadamente sigue siendo muy cotidiana, la del maltrato doméstico. Impactante, sobrecogedora y un eficaz recordatorio de un drama al que no debemos dar la espalda.
Título: Whale Rider
Año: 2002
¿Por qué? Hay quien con once años hace gala de una madurez que supera a la de muchos octogenarios. Es el caso de esta “jinete de la ballena”, que reclamará su derecho a liderar su tribu por méritos propios independientemente de no haber nacido varón como dicta la tradición.