En la quinta temporada de The Americans los espías rusos consideran si su misión ha terminado.

¡Qué buena es The Americans! Un vistazo a su quinta y penúltima temporada lo demuestra. Cómo van uniendo las tramas, que parecen separadas y que no tienen nada que ver y sin embargo hay muchos nexos de unión.

Cómo controlan la tensión, la manejan, la manipulan ,la aumentan, la disminuyen. Sabes que están jugando contigo, con tus sentimientos y les dejas, porque el viaje, el camino, la misión lo requiere y es espectacular.

Cómo muestran los sentimientos y pensamientos de los personajes con silencios, miradas y gestos sutiles. Y como te identificas con todos y cada uno de los personajes y ves más difícil diferenciar entre “buenos” y “malos” porque Philip y Elizbeth Jennings son de los tuyos, y Stan Beeman y Oleg y Martha… y una afrenta contra cualquiera de ellos es una afrenta contra ti.

Y si Philip está cansado del trabajo, Si Elizabeth tiene que matar otra vez a un inocente sin pruebas de culpabilidad; si tienen que acostarse con gente que no quieren; si la central ha puesto una espía a Stan a sus espaldas, y le esta engañando y sacando información;  si Oleg se siente impotente ante la injusticia del sistema; si Martha se siente sola, perdida y traicionada. Y si ninguno de ellos ve un futuro claro, es porque no lo hay y vives lo mismo que viven ellos y sufres con ellos.

Keri Russell y Matthew Rhys se merecen premios por sus interpretaciones como los directores, creadores de escenarios y ambientes y los guionistas. Con detalles cuentan tanta información y muestran tanta emoción contenida, que es brillante.

La calidad de The Americans sigue aumentando temporada tras temporada y a falta de la sexta y última, que podremos ver dentro de un año, la serie es fenomenal.